
El número de víctimas mortales por el bombardeo en la localidad de Jan Shijún, en la provincia de Idleb, ha subido hasta las 72 personas, entre ellos 20 niños, según reportó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
"Asistimos horrorizados a los últimos episodios en Siria. Expreso mi firme reprobación por la inaceptable masacre que se produjo (…) en la provincia de Idlib, donde mataron a decenas de personas indefensas, entre ellas muchos niños", sostuvo el Papa.
La oposición siria acusó el martes al régimen de Bashar al Asad de cometer el ataque “químico” en el que murieron al menos 72 civiles y 170 resultaron heridos en un bastión rebelde en el noroeste de Siria.
"Rezo por las víctimas y sus familiares y apelo a la conciencia de todos los que tengan responsabilidades políticas a nivel local e internacional para que cese esta tragedia", agregó el líder religioso.
Francisco pidió ánimo a quienes se esfuerzan por hacer llegar ayuda a los habitantes de esta región a pesar de la inseguridad y de las condiciones difíciles.
Se tiene previsto que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reúna de emergencia este miércoles para pedir una investigación detallada sobre el presunto ataque químico.
En la víspera, el secretario general de la ONU, António Guterres pidió “una muy clara investigación para eliminar todas las dudas, y necesitamos que haya una responsabilidad basada en los resultados de esa investigación”, durante la conferencia internacional sobre Siria en Bruselas.
La Comisión de la ONU que investiga los crímenes en el conflicto sirio también se pronunció por el juzgamiento a los autores de ataques con armas químicas. Una investigación conjunta de Naciones Unidas y del organismo global que supervisa la prohibición de uso de armas químicas ha acusado previamente al Gobierno sirio de perpetrar estos ataques con gases tóxicos.
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