Roma, 24 de octubre (ANF).- El sacerdote experto en teología india, Eleazar López Hernández, desde su participación en el Sínodo Amazónico que se realiza en el Vaticano, señaló que es tiempo de una nueva relación entre iglesia y pueblos indígenas, una relación justa y asimétrica que deje de lado el colonialismo de hace 500 años.
“El sentimiento que prevalece en los hermanos indígenas es que tenemos al Papa Francisco de nuestro lado, desde ahí interpelamos al resto de la iglesia y desde ahí interpelamos al resto de la sociedad, ya no es tiempo de relaciones asimétricas, injustas, ya es el tiempo de tratarnos como hermanos”, indicó.
En ese sentido, señala, que este Sínodo ha dado la oportunidad de ver a la sabiduría de los pueblos indígenas con respeto y con coincidencia en el Evangelio. Entonces, se busca un cambio, desde el consenso y de unirse a la causa indígena en la defensa de la vida, la defensa de la Madre tierra y en el respeto a sus tradiciones y cosmovisiones.
Por tanto, Eleazar Lopez insiste en la palabra del Papa Francisco, que señala que la Iglesia es plural, que ya no se la debe considerar como algo uniforme.
“Debemos recuperar la diversidad de la iglesia y en la litúrgia se necesita que tengamos ritos adecuados a nuestros pueblos”, dijo.
El rito amazónico
“Tenemos conciencia que no es posible unificar la multiplicidad que los pueblos de la Amazonia representan ( ….) estamos frente a culturas, tradiciones diferentes, pero cada una tiene un elemento que nos permite percibir el tamaño y la grandeza de la fe Cristiana”, aseguró Mons . Rino Fisichella , presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
En ese sentido, comentó la propuesta que surgió en el circulo menor de lengua italiana B , de pedir desde el Sínodo se propicie la instancia según la que los pueblos de Amazonia puedan emprender un nuevo camino de un rito amazónico propio con que expresar el patrimonio liturgico, teológico , disciplinar y espiritual.
Esto enriquecería la labor de evangelización con expresión de la fe según las peculiaridades de una cultura propia. Esta es una propuesta concreta que se hace tangible y visible desde el Sínodo viendo la necesidad de una población de casi todo un continente.
“La dimensión litúrgica, cuando se habla de esta no solo se refiere a los sacramentos, ésta es una dimensión mucho más amplia que atañe lo litúrgico, lo teológico, lo disciplinario y en especial lo espiritual”, finalizó Mons. Fisichella.
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