Redacción central, 12 jul. (ANF).- Holanda se colgó la medalla de bronce del Mundial de Fútbol después de humillar al seleccionado brasileño por 3 a 0 en el estadio Nacional de Brasilia. Los goles “tulipanes” fueron anotados por Robin Van Persie, Daley Blind y Giorgino Wijnaldum.
Brasil, nuevamente, mostró una faceta desconocida y dejó en claro que la falta de su estrella Neymar la convierten en una Selección inerte y displicente, ya que, en el partido frente a la Naranja Mecánica, nunca pudo encontrar su juego y dejó una pésima imagen en el Mundial que se organizó en sus tierras.
Al minuto de haberse iniciado el cotejo el defensor central brasileño, Thiago Silva, derribó al holandés Arjen Robben y el árbitro Djamel Haimoudi cobró penal. El encargado de canjear el gol fue Robin Van Persie, que a los 2 minutos del partido ponía arriba en el marcador a Holanda.
A partir de ese minuto el partido se volcó hacia el arco del equipo tulipán con los constantes ataques del local Brasil, que desesperadamente buscó el gol del empate que los sacaría del papelón que significaba perder este partido, después de la derrota por 7 a 1 frente a Alemania en las semifinales.
A los 15 minutos se ahondaba la crisis brasileña, después de una serie de rebotes en el área brasileña, el balón quedó en los pies del mediocampista holandés Daley Blind, que con un certero remate puso el 2 a 0 a favor de Holanda. Los brasileños no encontraban explicación a lo que sucedía, pues sus errores defensivos les hacían perder este partido que parecía una historia de terror para los locales.
Óscar era el único jugador brasileño que proponía buen juego y a los 21 minutos creó la jugada de peligro más clara del equipo local, mediante un remate que era bien contenido por el arquero holandés Jasper Cillessen.
No le salía nada a Brasil, y muestra de ello fue que a los 37 minutos un centro que envió Óscar no pudo ser interceptado por Paulinho, ni por David Luiz. El partido se le ponía cuesta arriba a los “canarinhos” que no encontraban reacción a los dos golpes que le propinó Holanda. Así terminaría el primer tiempo, con una clara y justa ventaja para los europeos que golpearon en los momentos indicados.
El segundo tiempo comenzó con mucho ímpetu de parte de los brasileños, pero sus ataques eran frágiles y sin peligro, mientras los holandeses esperaban para contragolpear y liquidar el partido. A los 62 minutos, David Luiz intentó descontar el marcador mediante un potente remate de tiro libre, pero el mismo fue bien contenido por el portero Cillessen.
El partido entró en un pozo y Holanda defendía su ventaja, Brasil se desesperaba por al menos llegar a la igualdad que llevaría el partido a los penales, pero esto jamás se daría.
Finalmente a los 91 minutos del partido, Giorgino Wijnaldum puso el 3 a 0 definitivo, después de una gran jugada de contragolpe. A la conclusión del partido, la medalla de bronce del tercer lugar se quedó para Holanda y fue una decepción total para Brasil, que acaba su Mundial humillado, con diez goles en contra en los dos últimos partidos, y sin el brillo que en otros años lució.
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