Por ANDRÉS BURGO
Buenos Aires, 15 jul (dpa/ANF) - Maicon necesitó sólo un partido de los tres de la primera fase de la Copa América para convertirse en la figura de Brasil, reivindicar su puesto de titular y ganar un duelo que parecía perdido ante Dani Alves.
Es un síntoma de la inestabilidad brasileña que su mejor futbolista haya sido uno que jugó el 33% de los encuentros: a Maicon le alcanzaron 90 minutos para ser más que el resto.
Neymar y Pato desequilibraron contra Ecuador, pero habían quedado en deuda ante Paraguay y Venezuela. Ganso tuvo ratos de calidad, aunque menos de lo esperado. Lucio no fue la muralla defensiva que se preveía. Julio César, tampoco. Y Alves, mucho menos.
La exhibición de Maicon contra Ecuador, un manual de cómo tiene que defender y atacar un lateral derecho, no se habría producido si el futbolista del Barcelona no hubiese jugado tan inhibido en los dos juegos anteriores. Alves perdió la titularidad por culpa propia y Maicon la ganó por derecho propio.
"Siempre trabajé en mi club para jugar en la selección. Mi objetivo era ser titular y ahora espero seguir así", dijo el lateral del Inter de Milán en una conferencia de prensa en la que mostró un estilo no demasiado simpático. Maicon es hombre de pocas palabras.
Ser lateral derecho en Brasil es una forma de interpretar el fútbol. Djalma Santos, Carlos Alberto, Leandro, Jorginho y Cafú fueron sus mejores intérpretes. Pero justamente en los primeros minutos del partido contra Ecuador y después de un error inicial de Maicon, la hinchada brasileña empezó a cantar tibiamente: "Ca-fú, Ca-fú, Ca-fú".
Era un homenaje al último icono en ese puesto, pero también una queja porque Dani Alves primero y Maicon después parecían quedar en deuda. Hasta que el jugador del Inter entró en confianza y demostró cómo un defensor puede ser el mejor delantero.
Lo curioso es que mientras Dani Alves llegó a la Copa América después de una temporada fantástica en el Barcelona, el nivel de Maicon en el Inter fue en descenso. Los hinchas italianos, incluso, se quejaban de ver a su lateral derecho más pendiente de su posible pase al Real Madrid que de su juego en el "calcio".
"No quiero comparar mi temporada en el Inter con lo que pasa en la selección brasileña, son dos cosas separadas", respondió, otra vez seco, cuando un periodista italiano le preguntó hoy sobre su paradoja y la de Alves. Uno excelente en la selección pero apagado en su club europeo y el otro, al revés.
El futuro de Maicon es incierto. Antes de llegar a Argentina avisó de que después de la Copa América tendrá una reunión con el presidente del Inter, Massimo Moratti. Tal vez siga en su club, o tal vez se multipliquen esos viejos trascendidos que hablan de un interés de José Mourinho para volver a contar con él, ahora en el Real Madrid.
Entre el técnico portugués y el defensor brasileño siempre hubo química, y tal vez la haya más ahora que Maicon ya demostró estar en mejor nivel que el lateral del Barcelona. Al menos con la camiseta de Brasil.
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