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Cultura y farándula

Revollo: "No me interesa ponerme el título de dador de identidad nacional a través de mis películas"

El realizador boliviano habla sobre el ‘backstage’ de su opera prima “Sol, Piedra, Agua” que se exhibe mañana a las 20:00 en el Multicine y se encuentra en cartelera en la Cinemateca Boliviana en La Paz y el cine CBA en Santa Cruz.
11 de Diciembre, 2017
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El banner oficial de la película “Sol, Piedra, Agua”.

La Paz, 11 de noviembre (ANF).- “No me interesa ponerme el título de dador de identidad nacional a través de mis películas. Creo que se trata de deconstruir las postales y los clichés de lo que supuestamente significa ser boliviano, sudamericano o indígena. Estoy buscando mi propio lenguaje y tratando de ser fiel con lo que conozco, dando la vuelta la cámara antes de apuntarla a la otredad o a los ‘grandes’ temas de interés social”, explicó Diego Revollo sobre su opera prima “Sol, Piedra, Agua” que se muestra el martes 12 a las 20:00 en el Multicine de La Paz.

La película esta en cartelera en la Cinemateca Boliviana todos los días (15:30, 19:30 y 21:30) en La Paz y en el cine CBA, en Santa Cruz, todos los días menos lunes, jornada en la que se difunde a partir de las 20:00.

Vea el trailer aquí:

Según Revollo, una característica común que comparte con su generación es una especie de “nihilismo y nostalgia”, y es eso lo que quiso retratar en su película que por un lado habla sobre el proceso de regresión o re-nacimiento del protagonista Dante (Mauricio Toledo), quien desde su ojo —familia, amigos, amantes, trabajo—,

atrapa al tiempo desde su cámara. Por otro lado, el realizador pretende retratar la relación de contemplación y apego que el personaje tiene con la naturaleza que rodea la urbe paceña.

“Para esto usamos las referencias visuales y alegóricas que encontramos en el poemario ‘Ciudad desde la altura’ de Guillermo Bedregal García.  Esta ‘ciudad detrás de la ciudad’ es un espacio donde Dante encuentra respuestas a una constante sensación de no identificación ni pertenencia con nada”, explicó Revollo, parte de “los 14” egresados de la carrera de cine de la Universidad Católica Boliviana (UCB).

“Sol, Piedra, Agua” tardó cinco años en ser finalizada. Tiene un guión que se fue armando en el camino, extractos de su archivo familiar y en el equipo participaron casi 60 personas.

“Se filmó en tres etapas distintas, estas dependían de que haya plata para filmar y de la disposición de la gente con la que trabajamos”, recordó Revollo.

La película costó Bs 300.000. Los primeros Bs 100.000 los financió a través de un préstamo bancario y el apoyo de su familia. El monto restante se cubrió gracias diferentes fondos como el de la municipalidad de La Paz y el premio Abaroa, además de alianzas de apoyo con productoras y empresas privadas.

Aunque para Revollo sea “lamentable repetirlo”, piensa que mientras no existan políticas adecuadas y una Ley de Cine en Bolivia no hay opción alguna de formar una industria cinematográfica decente.

“Esto no solo afecta a las personas naturales que hacemos cine sino también a las instituciones del cine: Conacine y Cinemateca, que son instituciones débiles, casi ausentes e incapaces de cumplir sus funciones a cabalidad y por el bien de todos. Yo soy de los que dijo y sigue diciendo que no hay excusas y que igual se puede, pero hay que admitir que es un trabajo pesado y desolador”, alegó el realizador.

Como una autocrítica importante, Revollo dijo que su inexperiencia a la hora de plantearse una estructura de trabajo que tenga a la distribución como prioridad fue una de sus principales fallas.

“No volvería a hacer una película sin antes saber como voy a distribuirla exactamente. El mayor problema que tuvo en este proceso fue encontrar canales de distribución para una película procesual, independiente, de autor, experimental, no ficción, etc. Mi autocrítica tiene que ver con mi inexperiencia e ingenuidad al concebir el proceso completo que demanda hacer una película.  Saber como vas a distribuir una película antes de filmarla va a determinar cómo vas a filmarla”, refirió.

Pese a los errores y complicaciones el realizador paceño se encuentra en la post producción de su primer documental “LLaki Wi´j chuna”, que trata sobre medicina tradicional del ayllu kallawaya en los Andes y su vinculación con un hospital mental en Alemania. Además planea una ficción y hasta sueña con hacer ciencia ficción desde el Alto en La Paz.

Además de encontrarse en la cartelera de La Paz y Santa Cruz para el próximo año, la película se presentará en Cochabamba, Sucre, Potosí y Oruro. En mayo del 2018 estará en el Festival “L’autre amerique latine” en París, Francia.  También se presentará la reedición del poemario de Bedregal y la página web del filme.

MJF/ANF

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    Diego Revollo,“Sol, Piedra, Agua”