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Opinión

¿POR QUÉ?

25 de Noviembre, 2015
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VICTOR CODINA S.J.


Condenamos los recientes y trágicos atentados terroristas de París de los llamados yihadistas. También condenamos los atentados de Mali y Túnez. Nada puede justificar el matar vidas humanas  y menos aún el hacerlo en nombre de  Dios ya que, como afirma el Papa Francisco, esto es blasfemia,

Esto supuesto, quisiéramos cuestionar el simplismo de muchos medios de opinión pública que, como en los Westerns, dividen la humanidad  entre buenos y malos, esperando que al final venzan los buenos…

¿Por qué motivo estos jóvenes musulmanes son capaces de matar y de arriesgar su vida? ¿Por qué hay muchos jóvenes europeos que se alistan para luchar por el Estado Islámico? ¿Es un conflicto de civilizaciones, es odio a Occidente,  es venganza por sentirse secularmente humillados y excluidos, es problema económico y social, es problema religioso? ¿O es un conjunto de motivos amalgamados por el tiempo?

De parte de Occidente ¿es adecuada  la inmediata respuesta bélica de bombardear los territorios yihadistas? ¿Se va a resolver el problema con bombas? ¿Ha habido previamente diálogo con los sectores del Islam que condenan  estos atentados y a los grupos yihadistas?

¿Recuerda Occidente que hace siglos, en nombre de Dios,  promovió cruzadas contra el Islam, fomentó guerras religiosas e instituyó la inquisición? ¿Ha sabido interpretar correctamente Occidente los avisos de los atentados del 11 de septiembre contra lugares simbólicos de Nueva York y los atentados posteriores en Madrid y Londres? ¿Qué papel juega en estas guerras contra el Medio Oriente  el deseo de controlar el petróleo? ¿Quién vende armas a los yihadistas? ¿Es Occidente un modelo de civilización justa e igualitaria, de respeto a las minorías, de acogida a refugiados y emigrantes, un ejemplo de defensa de valores humanos por encima de los económicos y de respeto a la naturaleza?

Desde la tradición cristiana presente en Occidente ¿sabemos interpretar los textos veterotestamentarios sobre la venganza a los enemigos de Israel a la luz de una revelación progresiva y a la luz del evangelio que va más allá del ojo por ojo y diente por diente y defiende la no violencia, el perdón y la misericordia (Mt 6, 38-39)? ¿Recordamos  que en los relatos del Génesis, luego del asesinato de Abel por parte de Caín,  Yahvé puso una marca a Caín para que nadie lo matara y evitar así una espiral de la violencia (Gn 4,15)? ¿Somos conscientes de que sin diálogo entre las religiones no podrá haber paz en el mundo? ¿Conocemos en Occidente el Corán y la mística sufí del Islam? ¿Reconocemos el valor social de todas las religiones y espiritualidades, pero también el riesgo de que se corrompan y degeneren en formas de fundamentalismo y violencia? 

Condenemos estos atentados terroristas pero no dejemos de interrogarnos por sus causas y por sus cuestionamientos: ¿por qué ha sucedido todo esto? Sin esta actitud de búsqueda conjunta no es posible la paz.

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