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Opinión

EL ARTE DE ATERRIZAR

15 de Agosto, 2013
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VICTOR CODINA S.J.

Es sin duda un logro positivo del pensamiento griego y occidental el haber elaborado conceptos universales abstractos, a partir de la realidad concreta, como son los conceptos de humanidad, familia, población, cosmos… Gracias a ello la ciencia y la técnica han progresado mucho.

Pero no podemos contentarnos con manejar fríos conceptos lógicos alejados de la realidad, que pueden asemejarse a los peces muertos en una pecera artificial por falta de oxígeno. Hemos de volver a tomar siempre contacto de nuevo con la realidad. Quizás así desde Bolivia, desde América Latina, podamos completar y enriquecer el pensamiento occidental más abstracto con una mayor sensibilidad hacia lo concreto.

Por esto, no hablemos ya de la vida sin referirnos a los vivientes; ni de la muerte sin hablar de los fallecidos del pasado y del futuro; no hablemos solo de la familia sino de las personas que viven en  ella; no hay propiamente enfermedades, sino enfermos; no basta con luchar contra la injusticia, hay que luchar contra las multinacionales, empresas e instituciones bancarias injustas, contra las personas injustas presentes en todos los países; ni denunciar la corrupción sin mencionar a magistrados y políticos corruptos; no podemos hablar del hombre sin referirnos a hombres ricos y pobres, blancos y amarillos, jóvenes y viejos; ni de las mujeres sin tener en cuenta a las mujeres explotadas, a las mujeres indígenas y campesinas; no basta referirnos a la borrachera, hemos de citar a los  borrachos y alcoholizados; no podemos mencionar la violencia sin tener en cuenta la violencia doméstica, la violencia sexual, la violencia de los linchamientos, la violencia de las guerras y de los terroristas; no podemos contentarnos con referirnos a la pobreza sin hablar de los pobres concretos: niños de la calle, mujeres potosinas que piden limosna, jóvenes en paro, migrantes; ni de la religión sin pensar en todas las religiones de la humanidad y sus representantes; al tratar de defender el medio  ambiente hemos de tener en cuenta el agua, el aire y los parques naturales. Podemos hallar otros ejemplos actuales…

La opción por algo abstracto, aunque ayude a las ciencias, no nos mueve el corazón, nos deja indiferentes, en cambio el compromiso por lo concreto es lo único que nos puede arrastrar. Y este aterrizar en lo concreto no es relativismo ni una postura anti-intelectual, ni una ética de circunstancias, ni un mal menor, sino el deseo de llegar a una verdad más plena, al bien mayor realmente posible hoy y aquí. Así enriqueceremos la tradición occidental  abstracta y genérica con la tradición latinoamericana más aterrizada y concreta.

Tal vez se pueda argüir en contra de esto que el evangelio de Juan dice que Jesús es la Resurrección y la Vida, términos un tanto genéricos; en los otros tres evangelios, en cambio, se concreta más: se dice que Jesús es el Resucitado, el Viviente, el Señor, se afirma que anunciar el Reino significa curar enfermos y expulsar demonios, que evangelizar es devolver la luz a los ciegos, la libertad a los cautivos y ser una buena nueva para los pobres. No seremos juzgados por una opción genérica por la justicia, sino por nuestra acción u omisión concreta ante el pobre, el hambriento, el enfermo, el desnudo, el peregrino, el encarcelado…También el nuevo obispo de la Iglesia particular de Roma, Francisco, como buen latinoamericano, es muy sensible a lo concreto: no solo habla genéricamente de la pastoral sino de “oler a oveja”, de salir a la calle, de ir a las periferias…

Volvamos, pues, a lo concreto, aterricemos ya, luego de haber volado tal vez durante mucho tiempo por las alturas abstractas, no sea que algún día tengamos un aterrizaje forzoso. 

Víctor Codina sj

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