
El lenguaje humano es tan rico de significaciones que si no se precisa bien el sentido de las palabras, puede generar errores. Pongo dos ejemplos de afirmaciones ambiguas.
1º “La Iglesia son los obispos”.
Los Pastores de la Iglesia (Obispos, Sacerdotes, Diáconos) indudablemente tienen una función apostólica significativa en la Iglesia, pero la Iglesia es más amplia que ellos. La Iglesia es todo el Pueblo de Dios, formado por todos los bautizados, Pueblo de Dios que sigue a Jesús con la ayuda del Espíritu y que bajo la guía de sus Pastores camina hacia del Reino de Dios, un Reino que ya comienza en este mundo. Jesús anunció el Reino de Dios comiendo con pecadores, sanando enfermos y alimentando hambrientos. Reducir la Iglesia a sus dirigentes es un error. Tampoco se puede identificar un país con sus gobernantes…
2º”La Iglesia no debe meterse en política”.
Según esta afirmación, la Iglesia debería encerrarse en el templo y dedicarse a rezar y llevar almas al cielo. Pero si por política se entiende la búsqueda del bien común y la defensa de los derechos humanos, la Iglesia como Pueblo de Dios ha de comprometerse con las realidades sociales y políticas de este mundo: pobreza, injusticia, discriminación, ecología, etc.denunciando todo aquello que atenta contra la libertad, la vida y la dignidad humana. La política en este sentido amplio forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia, y corresponde tanto a Pastores como a fieles la lucha por la justicia y la paz, la solidaridad con los pobres la defensa de la tierra. Muchos cristianos del pueblo han luchado e incluso muerto por la justicia.
También los Pastores han defendido la libertad y dignidad humana en momentos de opresión. Por ejemplo, el Papa Francisco en Roma, Lampedusa, Río, Jerusalén, Seúl…ha criticado el actual sistema económico injusto, la desigualdad social, la idolatría del dinero, la discriminación de pobres, migrantes, mujeres y ancianos, etc y ha exhortado a toda la Iglesia a no encerrarse, salir a la calle, oler a oveja…En este sentido amplio de política, toda la Iglesia, incluidos sus Pastores, debe meterse en política, no puede encerrarse en la sacristía del templo…
Lo que no corresponde a los Pastores es la militancia política, la afiliación a un partido, la identificación con unas siglas, pues su misión no es parcial sino universal. Pero este partidismo y militancia que no es propio de los dirigentes de la Iglesia, sí es tarea de todos los laicos cristianos que son la Iglesia de Dios (Pío XII) y que no solo han de luchar por un mundo más justo y humano desde su profesión, sino que pueden militar en partidos políticos, tarea muy digna y noble, para iluminar las realidades políticas y sociales con la luz del evangelio. Los laicos cristianos pueden afiliarse políticamente. También desde esta clarificación de política con militancia partidista, decir que la Iglesia no debe meterse en política es falso, pues los laicos son Iglesia.
Estas clarificaciones sobre la Iglesia y la política quizás puedan ayudar a evitar tensiones y ambiguas confusiones y errores, sobre todo en el período pre-electoral.