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Opinión

BUSCANDO LOS ORÍGENES DE LA VIDA, FUERA DE LA TIERRA.

9 de Diciembre, 2014
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MARCELO DURÁN V.

Los recientes sucesos tecnológicos como la llegada de la misión Rosetta al cometa 67P o del lanzamiento del Hayabusa2 ponen nuevamente la palabra “pansermia” sobre el tablero de las conversaciones buscando refrescar preguntas inexorables como ¿dé dónde venimos?, ¿cuándo comenzó la vida?, ¿qué entendemos por vida?.

En ese sentido, pareciera que la tecnología está recobrando el espíritu inicial de su propósito y ha salido en busca de respuestas.

Panspermia
La idea de la posibilidad de que la vida viene fuera de la Tierra se denomina “panspermia” (se origina de las palabras griegas “pan” (todo) y “spermia” (semilla)). La panspermia o exogénisis ya fue pensada en el siglo VI a.C. por el filósofo Anaxágoras en la Grecia Antigua pero recién cobró vigencia científica a inicios del siglo XX con el sueco Svante Harrhenius, ganador del premio Nóbel de Química en 1903. En sus dos libros, “Escritos de la física cósmica” y “El devenir de los mundos” mencionó la posibilidad de la existencia de esporas que viajan por el universo “sembrando” vida por donde pasaran.

En ese sentido, esta idea cobró fuerza cuando, en 1967, la cápsula Suveryor 3, llevó bacterias (accidentalmente) hasta la Luna y fueron reanimadas a su regreso, tres años más tarde. Esto implicó que pudieron salir de la atmósfera y que, por lo tanto, era plausible la idea de que puedan sobrevivir estando en un meteorito viajando a gran velocidad y chocando con planetas (como lo que sucedió en la formación de la Tierra hace 4.500 millones de años).

Pero la teoría de la panspermia tuvo su punto máximo de inflexión en 1984, cuando se descubrió en el meteorito marciano ALH 84001, bacterias fosilizadas de hace millones de años. Justamente, la imposibilidad de determinar si dichas bacterias estuvieron allí antes o después del impacto contra la Tierra dieron paso a fundadas sospechas de que puede que el origen de la vida en la Tierra, esté fuera de ella.

Rosetta en el 67P
Este concepto inicial, nos trae a tiempo actual, donde hace pocas semanas atrás se logró un hecho tecnológico sin precedentes: cuando la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó al espacio la sonda Rosetta cuya misión fue alcanzar la órbita del cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko, el cual tiene un período orbital de 6.6 años en el Sistema Solar, en su paso entre Marte y Júpiter  para poder acompañarlo en su camino hacia el Sol. Este trayecto duró 10 años y el 12 de noviembre de 2014, finalmente Rosetta alcanzó al cometa a 70.000 Kms/hora y logró aterrizar la cápsula Philae, un robot de 110 Kgs que se posó en la superficie de dicho cometa para poder investigar, a través de la extracción de sus componentes, los orígenes mismos de la vida.

Se supone que el tiempo de misión durará hasta septiembre de 2015, cuando la proximidad al Sol termine destruyendo o imposibilitando el envío de datos de dicho robot. He aquí unos de los hitos más importantes en términos de tecnología en relación a la exploración del Universo. Se podría decir que el último (sin contar la llegada de Curiosity a Marte) fue la salida del Sistema Solar de la sonda espacial Voyager 1 en septiembre de 2013, donde, por primera vez, una máquina hecha por los seres humanos llegaba tan lejos. El Voyager 1 fue lanzado en 1977 y después de 36 años de viaje, finalmente, comienzó su verdadera misión: ser el mensaje en la botella en un infinito mar oscuro en el Universo.

Cabe mencionar que la misión Rosetta aún está en progreso y que ha sufrido una variación con la incapacidad de recibir luz solar en los paneles de Philae por su mala posición encima del cometa, por lo que estará en estado de hibernación nuevamente. Puede seguir todos los pasos de dicha misión en su cuenta en Twitter: @ESA_Rosetta donde han publicado recientemente una fotografía a color del cometa 67P y ya está enviando análisis del hielo de la superficie.

Hayabusa 2
Por otro lado, y casi de forma paralela, surge una historia similar. A inicios de diciembre de este 2014, Japón ha realizado el lanzamiento de la nave Hayabusa 2 con el propósito de (curiosamente) llegar y aterrizar en el cometa 1999 JU3 para extraer muestras de su superficie y mandarlas nuevamente a la Tierra. Se estima que su llegada al cometa será el año 2020.

Hayabusa2 toma así el relevo de su sonda hermana, Hayabusa, que en 2003 partió también rumbo a un asteroide (llamado Itokawa), que estudió en profundidad y del que se trajo siete años después, una pequeña muestra de polvo que fue analizada con expectación por los científicos.

Orión: el principio de la vida fuera de la Tierra
Pero todo lo dicho hasta ahora es sólo un calentamiento tecnológico de lo que somos capaces. Justamente en estos días (inicios de diciembre); la NASA en conjunto con la ESA han realizado el primer vuelo de prueba de Orión: la primera nave tripulada que llegará a Marte. Se estimada que estará en funcionamiento el año 2019 con vuelos preliminares a la Luna y posteriormente, el gran viaje esperado al planeta Rojo.

De vuelta en la Tierra
Pero en contraposición  a esta maravillosa secuencia de descubrimientos y posibilidades históricas fascinantes, surge la naturaleza humana como componente terrenal. Aquí un ejemplo de ello. Mientras Philae aterrizaba a 500 millones de kilómetros, en la Tierra, la humanidad hacía lo que mejor sabe hacer: conflicto. El jefe de la misión Rosetta, el británico Dr. Matt Taylor vistió el día del aterrizaje una camisa de tipo hawaiana con sendos estampados de mujeres semidesnudas (camisa regalada por su hermana). Como la prensa estuvo presente en la sala de control, muchos internautas se sintieron profundamente agredidos por dicha vestimenta.

A los pocos días tuvo que salir al paso a dichas críticas mediante una conferencia de prensa donde, llorando, pedía perdón por dicho comportamiento. En Twitter, muchos usuarios usaron el hashtag  #SupportMattTaylor para referirse al curioso incidente, donde, en vez de hablar de las fascinantes implicancias de este aterrizaje, quien se robaba la atención de los medios era… una camisa. Podrá ver muchas frases divertidas como “Cristobal Colón, no me interesa si  descubriste un nuevo mundo.. no me gusta tu camisa” en dicho hashtag donde el sentido humor se hizo presente a modo de bajar las tensiones por dicho impase.

Pero la historia suma sigue: al usar dicha camisa, el Dr. Matt Taylor dejó ver sus dos brazos tatuados y por supuesto, surgieron fotos donde él vestía camisetas de la banda de death metal Cannibal Corpse, es decir, un astrofísico fanático del rock pesado. Puede seguir al Dr. Taylor en su cuenta en Twitter como @mggttaylor y leer sus interesantes publicaciones.

Finalmente, es curioso que justamente una banda de rock (de las que gustan al Dr. Taylor) haya entendido el concepto de pansermia, tal como se lo mencionó inicialmente. La banda Black Sabbath escribió una canción llamada Caravan Planet y que fue, regrabada en los años 90’s por el grupo de heavy rock Pantera. El video es una apología precisa a la panspermia que puede verlo aquí -> https://www.youtube.com/watch?v=kWChhdIgT6Q

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