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Opinión

ABUENARSE

17 de Febrero, 2014
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VICTOR CODINA S.J.

Según algunos observadores y sociólogos aumenta la agresividad y la violencia tanto a nivel mundial como local, lo cual se manifiesta incluso en el lenguaje, con sentimientos de odio y venganza. Hay violencia intrafamiliar, sexual, social, agresividad entre regiones, países y culturas, choque de civilizaciones y religiones, insultos, ofensas,  descalificaciones, calumnias, prepotencia de los más fuertes, violencia física que llega al derramamiento de sangre. El Papa Francisco lamenta la guerra que se da también  en comunidades cristianas.

Frente a esta situación de agresividad y violencia crecientes, puede ser iluminador el recordar  que en el Diccionario de la Lengua Española aparece un verbo propio y típico de Bolivia, que no se conoce ni emplea en otros lugares. Es el verbo “abuenar” que la Real academia  define como “reconciliarse, reanudar la amistad o el trato con alguien”.

Abuenarse no es solo una hermosa palabra sino un programa de acción para la vida  que implica una actitud de escucha, diálogo, comprensión, perdón mutuo, volver  a restablecer las relaciones.

Evidentemente con la propuesta de abuenarse no se puede defender un falso pacifismo, pues en situaciones injustas hay pleno derecho a presentar quejas y protestas ante la autoridad competente, pero todo ello ha de ser en un clima de diálogo, de no violencia, de no querer defender el propio privilegio, ni dejarse llevar por un sentimiento de venganza o de odio,  sino buscando sinceramente el  bien común y la justicia.

Para los cristianos, “abuenarse” es recordar que por encima de todas las diferencias, errores y ofensas cometidas, está la convicción de la fraternidad que nos une y hermana a todos, pues tenemos un solo Señor Jesucristo y un Padre común al que llamamos “Padre nuestro” y al que pedimos perdón al mismo tiempo que perdonamos a los que nos ofendido.   

Frente a la tentación de violencia en la familia, en el trabajo, en el barrio, en la política-sobre todo en período electoral- y en la comunidad cristiana, “abuenarse” permanece como un llamado a superar las guerras, más aún, al diálogo, al respeto de las diferencias, a la reconciliación,  al perdón y a la paz. ¿No puede ser el “abuenarse”, acuñado en Bolivia,  un ideal al que hemos de irnos acercando para superar la violencia y la agresividad en Bolivia?

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