
La Paz, 6 de agosto (ANF).- Este 6 de agosto, los bolivianos celebramos los 193 años de la Independencia de Bolivia, avivado por un futuro proceso de elecciones nacionales de 2019 y por la cuarta repostulación del presidente y vicepresidente.
Bolivia con unos 11,3 millones de habitantes está ubicada en el corazón de Suramérica. Se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, como dice la Constitución Política del Estado (CPE), aprobada en un referéndum de 25 de enero de 2009.
Una de sus principales características es su diversidad cultural que se expresa a través de los 36 idiomas de los pueblos indígena originario campesinos reconocidos por el Estado.
El Estado también ha declarado claramente que “la soberanía reside en el pueblo boliviano”, este imperio del pueblo que es de carácter “inalienable e imprescriptible”, siendo uno de los principios y valores más importantes de la Carta Magna. Un tema esencial que se reivindica este 6 de agosto.
La antesala a la celebración del Día de la Independencia, estuvo polarizada por este debate político: sobre el respeto del referéndum como un mecanismo democrático donde el pueblo expresa su voluntad y por el respeto del voto del ciudadano.
Los actores políticos, tanto partidarios y plataformas políticas, han enarbolado las banderas de defensa del referéndum del 21 de febrero de 2016 cuando se votó de manera mayoritaria para que no se modifique el artículo 168 de la CPE y en rechazó a la repostulación del presidente Evo Morales.
Mientras que las banderas del MAS, que está en el Gobierno 13 años, es la reelección de los mandatarios, al amparo de un fallo de un Tribunal Constitucional Plurinacional cuestionado por dictar sus resoluciones por encima de la decisión del pueblo.
Para la oposición la celebración de la patria no puede ser de otra manera que defendiendo la institución jurídica del país. “Nuestro homenaje debe ser defendiendo la democracia que cada día la estamos perdiendo, porque estamos caminando hacia una dictadura en democracia”, reflexiona el senador Arturo Murillo.
Considera que es un 6 de agosto particular, y un momento difícil, porque está en juego que autoridades que han sido electas por la vía democrática pretenden quedarse más allá de su mandato evitando el cumplimiento de la Carta Magna.
Visión que es refutada por el diputado Édgar Montaño (MAS), quien asegura que el país vive uno de sus mejores momentos políticos. ¿Cómo está Bolivia este 6 de agosto? Le consultamos: “Vigoroso. Con saltos grandes en la industria, en el agro y con la inclusión de la sociedad en las decisiones del Estado Plurinacional”, responde.
La democracia no puede estar mejor dice “A nadie le hemos callado la boca, todos pueden decir lo que quieran, todos pueden desfilar en un acto por los 193 años de Independencia. La democracia se construye así”, acota.
“Es verdad que no estamos en un momento de crisis, pero estamos en una inflexión política, social y de desaceleración económica. Nos estamos acercando a la deriva de un gran momento de decisiones políticas, esa es la percepción en este 6 de agosto”, comenta el político de Soberanía y Libertad, Edwin Herrera.
Para el asambleísta departamental de Sol.bo son evidentes los cambios en el país, pero que actualmente el país se debate entre otros factores como la intención del presidente Evo Morales de “reelegirse” y el desafío de las fuerzas de oposición de tomar decisiones políticas.
Pero además –dice- que el verdadero motor de estos procesos en la toma de decisiones será la gente, la población, que ya lo hizo el 2005 durante las revueltas populares en contra del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada; en 1980 cuando se recuperó la democracia; y en la revolución de 1952.
Las plataformas ciudadanas y los partidos políticos de oposición han posicionado en la agenda el mensaje “Bolivia dijo No”, que ha recorrido por el oriente y occidente del país; al frente se ha empezado a generar el “Bolivia dijo Sí”. El país sumergido en estas dos visiones.
El diputado Lino Cárdenas (MAS) reconoce esta “polaridad” por cuestiones políticas y no jurídicas, precisa, para explicar que no existe ningún debate pendiente respecto a la repostulación del presidente Evo Morales.
Es más, insiste en el fallo del Tribunal Constitucional “el que se debe cumplir”, comenta, porque como interpretan en el partido gobernante la Constitución Política del Estado no se ha modificado, por lo tanto aseguran el referéndum del 21F se está cumpliendo.
“Este 6 de agosto es una oportunidad para decir que se cumple la Constitución Política del Estado”, sostiene Cárdenas.
Esta no será la única fiesta patria en la que se le recordará al Gobierno el respeto de la Constitución y de las leyes, y que el imperio de la decisión del pueblo está por encima de cualquier deseo partidario, sostienen los opositores.
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