Huanacuni acompaña a un monje chino que visitó La Paz. La foto muestra a monjes del templo en el que Huanacuni estudió.
La Paz, 24 de enero (ANF).- Su vida da para el guión de una película: Interesado por la religión budista, Fernando Huanacuni viajó a China en diciembre de 1999, cuando tenía 33 años, y pasó siete horas de rodillas a la entrada del famoso templo Shaolin, ubicado en la provincia china de Henan, para poder ser aceptado.
Los monjes le permitieron finalmente ingresar y lo pusieron a prueba durante una semana. Si lograba pasar el extenuante ejercicio físico, que duraba más de 12 horas diarias, podría quedarse a estudiar allí.
Su jornada, le contó en 2014 al programa Mapamundi, que dirigía el periodista Rafael Archondo, empezaba a las cinco de la mañana con un trote de cinco kilómetros cerro arriba, y terminaba a las 11 de la noche con los últimos ejercicios, con intervalos solo para la alimentación. El estudio se basa en desarrollar los artes marciales.
Huanacuni demostró una entereza que ni él mismo pensó que tenía y estuvo tres años en el templo, junto con otros monjes chinos, alimentándose solo de arroz, verdura, masa cocida y té verde, que es la dieta del monasterio. Finalmente se convirtió en un “sensei”, un maestro Shaolín.
El nuevo canciller boliviano es también un especialista de la filosfía aymara y las tradiciones indígenas bolivianas, un ideólogo del “Vivir bien” y ferviente adherente del Gobierno del presidente Evo Morales.
Al actual ministro, que ha ganado varias medallas en competencias internacionales de artes marciales, le impresionaron las similitudes entre las tradiciones de Bolivia con las de China y Tíbet. Contó, por ejemplo, que una costumbre de los monjes Shaolín es hacer una ofrenda a la naturaleza, que se cree que tiene “hambre” y “sed”, similar a la “khoa” (mesa) que los aymaras realizan en agosto en Bolivia.
Sobre su vida en el afamado templo, contó: “todos están rapados, todos visten una túnica anaranjada, no hay espejos, por lo tanto no existe la vanidad ni el individualismo, todo se basa en un respeto a la naturaleza y a las otras personas”, contó Huanacuni a Mapamundi. El templo Shaolin data del año 464 dC y es uno de los santuarios budistas más famosos del mundo.
Al volver a Bolivia instaló un instituto de artes marciales en La Paz y se convirtió en un permanente animador del debate sobre el “Vivir bien”, la importancia de las tradiciones culturales bolivianas y las características de la religión budista.
Huanacuni es también abogado de la UMSA y ha escrito un texto, “Vivir Bien/Buen Vivir. filosofía, políticas, estrategias y experiencias regionales”, en el que comenta las raíces de la cosmovisión indígena y las relaciona con políticas gubernamentales en se sentido.
Tuvo experiencia al trabajar como jefe de protocolo de la cancillería junto al canciller saliente, David Choquehuanca, con quien comparte su visión sobre la cosmovisión andina.
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