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Opinión

Indicadores Daddy Yankee Vs Luis Miguel

14 de Marzo, 2024
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JUAN PABLO QUIROZ SERRANO

El 11 de septiembre de 2022, el Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro salió en el programa oficialista “Las 7 de las 7” que se transmite a través del canal Bolivia TV, aseverando “Hay recursos para gastar en un ámbito como la diversión. Si han pagado diversión, quiere decir que pagaste por la alimentación, ves gente en los aeropuertos, esto demuestra que la economía está dinámica y está resurgiendo como el ave fénix” haciendo referencia a que las entradas para el concierto de Daddy Yankee estaban a punto de agotarse.

En dicha entrevista, Montenegro se jactó de que el último informe del INE que señalaba un crecimiento económico del 3.97% en el primer trimestre de 2022, añadiendo “un record de exportaciones, balanza comercial favorable, tasa de desempleo baja, la inflación más baja de toda la región y una de las más bajas del mundo”, cuestionando las críticas de los analistas.

Sin embargo, el indicador Daddy Yankee estaba totalmente distorsionado, en octubre empezó a sentirse desabastecimiento de combustible, el gobierno indicó que la causa son los bloqueos en Santa Cruz, no obstante, se trataba de un manotazo de realidad económica, la disminución de yacimientos gasíferos se traduce en reducción de ingresos, aunado a las repetidas suspensiones políticas de las exportaciones agropecuarias, en disminución de Reservas Internacionales Netas (RIN), el despilfarro de los ingresos, de los créditos y las donaciones llegaron al punto de falta de circulación de dólares para realizas las transacciones habituales, restricción al acceso de las cuentas en moneda extranjera y la dificultad de importación, lo que le significó un boomerang al gobierno, ya que se vio imposibilitado en repetidas ocasiones pagar a los proveedores y transportadores de combustible.

El 2022 cerró con una deuda pública de 35.203 millones de dólares, de los cuales, el 62% es interna, financiamiento del BCB supeditado a requerimientos del ejecutivo, emisión de bonos soberanos, créditos AFP´s y otros dirigidos a un proceso de industrialización fracasado, siendo la mayoría de las empresas públicas son deficitarias, por su planilla supernumeraria y sueldos estratosféricos.

El 8 de febrero de 2023 se tiene datos de las RIN, el cual había caído a $us 3.538 millones, de las cuales solo 10.5% son divisas, siendo ésta la última vez que lo publica de manera semanal. El 7 de marzo el BCB rebaja su calidad de autoridad monetaria del país a casa de cambio, empezando a vender directamente dólares al público, sin buenos resultados, como ya nos tiene acostumbrado el proceso de cambio. El 13 comienza la quiebra del Banco FASSIL por irregularidades conocidas por las autoridades. El 14, Ficht Ratings baja la calificación de riesgo de caer en default a B-. 

El 6 de julio vuelven a publicar la situación de las RIN pero jocosamente con datos a abril, con el descaro de indicar “el país ha logrado superar satisfactoriamente el proceso especulativo alimentado por analistas y voceros políticos, que fue difundido en redes sociales y reproducido por algunos medios de comunicación y que intentó alarmar a la población”

Así, mientras las fuentes de ingresos van disminuyendo y el déficit va en aumento, junto a la falta de transparencia, en noviembre, la agencia Standard & Poor’s (S&P) rebajó las calificaciones crediticias soberanas de ‘B-‘ a ‘CCC+’ y el 6 de febrero de 2024 lo hace Fitch Ratings, justo el mismo día que se suspende 16 días de bloqueo, que el gobierno no quiso intervenir para tener un chivo que expíe el desabastecimiento de combustibles, la presión inflacionaria de artículos de primera necesidad y la escasez de dólares, en eso llega el grupo de avanzada de Luis Miguel, que determina que no hay condiciones para realizar el concierto en el país, no habiéndoselo visto al ministro ni en programas oficialistas ni en ningún otro explicando el indicador Luis Miguel; ¡parece ser que la gente que ve el ministro en los aeropuertos no es el ciudadano común, que ni ganan como ministro ni se le pagan los pasajes en avión!

El autor es economista

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