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Opinión

Dirigentes: ¿Viven del deporte o para el deporte?

9 de Abril, 2024
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MIGUEL ANGEL AMONZABEL GONZALES

El desempeño deportivo en Sudamérica se sitúa en un nivel moderado en comparación con otras regiones como Norteamérica, Europa y Asia. Sin embargo, destacan excepciones como Brasil y Argentina. ¿Cuál es el factor determinante del éxito deportivo de una nación? ¿Depende de la inversión y la infraestructura, de su gran población, o de una economía robusta, como lo reflejan sus Productos Internos Brutos?

¿Cómo explicar el caso de países con poblaciones reducidas y una inversión limitada en el deporte, que logran un rendimiento sobresaliente, como Uruguay y Croacia? En contraste, Bolivia enfrenta desafíos significativos en el ámbito deportivo. Un simple vistazo a los medalleros olímpicos ubica a Bolivia en la cola de Sudamérica, una situación similar en el fútbol.

Los resultados deportivos en competencias internacionales reflejan una realidad desalentadora para Bolivia. La frecuencia de las derrotas impacta negativamente en el orgullo nacional y agrava una autoestima ya debilitada. A excepción de algunas ocasiones en competencias regionales, el desempeño es desalentador. La causa principal que se esgrime por la dirigencia es la escasa inversión en el deporte.

El fracaso no se debe únicamente a la falta de políticas deportivas, sino también a la carencia de procesos adecuados. La ausencia de una gestión eficiente contribuye significativamente a estos resultados desalentadores. La corrupción arraigada en la dirigencia deportiva nacional es un problema crucial, a menudo ignorado. Este fenómeno, que va más allá de la malversación de fondos, perjudica tanto a los deportistas como al país en su conjunto.

En la cúpula dirigencial, un grupo cerrado de personas gestiona asociaciones o equipos durante largos períodos, a pesar de mostrar resultados deficientes y de no rendir cuentas. Su principal interés no es el éxito deportivo, sino beneficiarse personalmente del deporte. Esta práctica es común en la mayoría de los deportes y representa un obstáculo significativo para el progreso deportivo del país. Es necesario en honor a la verdad que existen pocos dirigentes que viven para engrandecer el deporte, pero lamentablemente son la minoría.

En Bolivia, la falta de enfoque estratégico en la gestión deportiva es evidente. Los dirigentes suelen priorizar el corto plazo y rara vez establecen indicadores claros para medir el éxito. Se necesita una revolución en la mentalidad dirigencial, tomando como ejemplo a otros países donde la gestión deportiva se trata como una disciplina especializada.

En estas naciones, los directivos deportivos participan en programas de capacitación continua, actualizándose constantemente en áreas clave como administración de equipos, planificación de eventos, gestión financiera, marketing deportivo, ética y tecnología aplicada al deporte, así como legislación y regulación deportiva. Además, se establecen planes estratégicos a largo plazo que incluyen indicadores de evaluación para garantizar que se estén alcanzando los objetivos establecidos.

En conclusión, la falta de planes estratégicos a largo plazo y la ausencia de un análisis adecuado del biotipo de los atletas son factores que obstaculizan los resultados en el deporte boliviano. Esto dificulta el éxito en ciertas disciplinas, incluso con esfuerzos adicionales. Es imperativo no solo establecer planes con visión de futuro, sino también renovar la dirigencia deportiva, reemplazando a los actuales dirigentes por gestores deportivos más capacitados para impulsar el progreso en el ámbito deportivo del país.

Para lograr este objetivo, es necesario promover una cultura de transparencia, profesionalismo y compromiso con el desarrollo atlético. La renovación de la dirigencia deportiva, mediante el reemplazo de los actuales dirigentes por gestores más capacitados, es esencial para el avance del deporte boliviano. Además, se deben establecer políticas claras y procesos eficientes para garantizar una gestión deportiva efectiva a todos los niveles.

El fortalecimiento de la infraestructura deportiva y la promoción de la participación ciudadana en actividades deportivas también son aspectos clave para mejorar el panorama deportivo del país. Al invertir en el desarrollo integral de los atletas y en la profesionalización de la gestión deportiva, Bolivia podrá competir con mayor éxito en el escenario deportivo internacional y ofrecer oportunidades de crecimiento y desarrollo para futuras generaciones de deportistas.

El autor es analista socioeconómico 

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