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Nacional Seguridad

Expresidente de YLB, acusado en el caso piscinas, muere tras dejar una carta pública

"Pido perdón a mis seres queridos por el dolor que seguramente les provocará esta mi decisión, pero lo hago también por ellos", dice una parte de su carta.
24 de abril, 2024 - 14:04
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Foto: ANF
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La Paz, 24 de abril de 2024 (ANF).-  Juan Carlos Montenegro, expresidente de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y acusado en el caso piscinas, murió esta jornada tras dejar una carta pública donde asegura su inocencia; “no me prestaré a ser vejado y humillado”, dice una parte de su nota. La información fue confirmada a la ANF por la abogada Audalia Zurita. 

Sobre el exfuncionario pesaba una orden de aprehensión, porque era parte de los 12 acusados en el caso piscinas. Hasta ayer, tres personas ya fueron aprehendidas; entre ellos, el exministro de Minería Luis Alberto Echazú. 

La carta de Montenegro circuló a las 09.00 de esta jornada, poco después murió. En el texto se lee que el Gobierno pretende ocultar el rotundo fracaso de la “estrategia ilusoria de extracción directa de litio (EDL)”, a través de las piscinas evaporíticas, que optó YLB y las actuales autoridades desde el 2021. 

“Reitero, las abandonaron por adoptar la falsa ilusión de EDL, como una supuesta alternativa rápida para producir grandes volúmenes, incluso se habló de alcanzar 100.000 toneladas de carbonato de litio para el 2025. Constataron que todavía no son viables grandes plantas industriales vía EDL y se percataron, tardíamente, que podrían ser viables sólo pequeñas plantas piloto, que hasta la fecha no existen. Esta es la verdadera dimensión de lo que se pretende ocultar”, dice la misiva. 

El exfuncionario indicó que, con el juicio que inició la actual ejecutiva de YLB, Karla Calderón, se pretende mellar la dignidad de varios impulsores de la industrialización del litio, como Echazú. 

“No se puede mellar mi limpia trayectoria académica y profesional con este tipo de atropellos y no me prestaré a ser vejado y humillado por una justicia amañada que se vende al poder político o al mejor postor. No lo puedo permitir. Pido perdón a mis seres queridos por el dolor que seguramente les provocará esta mi decisión, pero lo hago también por ellos”, dice la parte final de la carta firmada por Montenegro y con manuscrito agrega: “Soy inocente”. 

 

 

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