El grafeno podría volver inviables a las baterías de litio, asegura un especialista

La Paz, 26 de julio (ANF).- El uso industrial del grafeno, denominado “el material del futuro”, podría volver inviable a la industria de baterías de litio para automóviles y celulares, dijo el especialista boliviano Héctor Revuelta.

“Uno de los usos más frecuentes del grafeno en la actualidad es la fabricación de baterías para vehículos. Una batería hecha de grafeno, de 93 kilovatios hora, pesa 32% menos que la de litio (es decir unos 90 kilogramos menos)”, asegura Revuelta, que es ingeniero civil y docente emérito de la UMSA.

“¿Qué pasara con nuestra industria del litio, en actual desarrollo? Mi respuesta es un rotundo “no sé”, asegura Revuelta en un artículo escrito para ANF.

Sin embargo, el grafeno es todavía muy caro, por lo que su uso es limitado. Aunque su presencia es abundante en la naturaleza, se requiere de un grafeno de alta calidad para usarse de manera industrial, que los investigadores esperan lograr en tiempo relativamente breve.

Revuelta agrega que la duración es de las baterías de grafeno comparadas con las de litio “es cuatro veces mayor”. Con éstas baterías, “que todavía no están a la venta de manera masiva, y que pueden cargarse en un tipo de entre ocho y 15 minutos, es posible recorrer hasta 1.000 kilómetros, mientras con las de litio el máximo es de 400 km, y cargándolas varias horas”.

Amplios usos

El artículo explica que el precio de estas baterías, pese a su mayor calidad, “será igual a una de litio y con el avance tecnológico es probable que cuesten incluso menos”; agrega que el uso de baterías de grafeno en motores para bicicletas pronto será una realidad, “lo mismo que en marcapasos y una infinidad de aparatos eléctricos”.

Revuelta expresa que el grafeno se usará también en baterías para celulares, que podrán cargarse en 12 segundos y durar diez veces más que las actuales de litio.  Y concluye que “la fiebre del grafeno está en carrera. Su utilización nos cambiará la vida, así como un día a cambió la revolucionaria industria del plástico”.

El autor explica que el grafeno es una sustancia formada por carbono puro. Se obtiene a partir del grafito (la mina de un lápiz es grafito), muy abundante en la naturaleza. No obstante que el grafeno se conoce desde la década del 30 del siglo pasado, recién el año 2004 se conocieron sus extraordinarias propiedades gracias a dos científico rusos (Novosiólov y Gueim), que obtuvieron el premio Nobel en 2010.

Las cualidades físicas del grafeno son inverosímiles. Una lámina de grafeno tiene el grosor de un átomo. Tiene una fantástica resistencia, de 200 veces mayor que el acero, y es más duro que el diamante, lo cual hace que sea el material más resistente de la naturaleza. Con un hilo hecho con grafeno, del grosor de un cabello, se puede remolcar un automóvil. Es ultraliviano, transparente y delgado.

Publicaciones especializadas señalan que el grafeno podría reemplazar al aluminio y al cobre, ser usado como aditivo de pinturas que no se desvanecerán con el tiempo y mezclarse con el hormigón, lo que producirá un material de construcción 30% más liviano, barato y eficiente.

Material todavía muy caro

Aunque el grafeno todavía es usado de manera casi exclusivamente experimental, uno de los cambios más inmediatos será el de las pantallas táctiles de computadores y celulares gracias a que posee una extraordinaria flexibilidad mecánica y una gran resistencia química, muy superior a la de los materiales usados en la actualidad.

“En un futuro muy cercano, los dispositivos electrónicos ya no serán rígidos, como sucede con los actuales, sino elásticos, permitiendo cambiar de forma y también de funciones según las necesidades de cada momento; así, un teléfono móvil podría tener el aspecto de una lámina de plástico transparente, flexible y desplegable” señala el portal Energía Sostenible.

Energía Sostenible señala además que el grafeno podría usarse en decenas de otros usos, como paneles solares o máquinas eólicas, implantes en medicina, aeronavegación, anteojos, etc.

El portal explica que actualmente, para que el grafeno conserve todas sus propiedades, el mineral tiene que ser de muy alta calidad y para obtenerlo debe usarse el método tradicional, que consiste en deshojar el grafito de manera casi artesanal, usando cinta adhesiva; debido a ello su producción es insuficiente para su uso industrial. Por ello investigadores de todo el mundo están investigando cómo producir grafeno en cantidades que puedan usarse con fines masivos.

La comunidad científica espera que ello pueda lograrse en breve plazo.  Y entonces el mundo cambiará.

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