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Nacional Sociedad

Unicef difunde mensajes para proteger a la niñez y adolescencia en situaciones de emergencia

A través de siete cuñas radiales orienta a la familia, la comunidad y las instituciones sobre las medidas que deben adoptar para la protección de niños, niñas y adolescentes en caso de desastres naturales.
10 de Febrero, 2018
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Promoción de la recuperación psicosocial de los niños y niñas . Foto: Unicef
Promoción de la recuperación psicosocial de los niños y niñas . Foto: Unicef
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La Paz, 10 de febrero (ANF).- El Fondo de Población de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) difunde  cuñas radiales con recomendaciones para la protección de niños, niñas y adolescentes  en los lugares afectados por los desastres naturales en el país .

“Catorce municipios fueron declarados como zona de desastre y otros 20 se mantienen en estado de emergencia debido a las lluvias que persisten en el país. En previsión a un largo fin de semana con feriados de Carnaval,  Unicef en alianza con el gobierno ha grabado siete cuñas radiales con mensajes para que la familia, la comunidad y las instituciones se involucren y comprometan con la protección de los niños, niñas y adolescentes”, destaca un comunicado del organismo internacional.

Las siete cuñas radiales contienen mensajes para que la familia, la comunidad y las instituciones se involucren y se comprometan con la protección de la niñez y adolescencia en situaciones de emergencia.

Conocimiento de sus datos.

Enseñe a niños y niñas sus datos personales: nombre completo, dirección, teléfono celular, el nombre de sus padres. Debe permanecer cerca de ellos todo el tiempo. Si ha perdido sus documentos de identidad en la emergencia, solicite a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, escuela o centro de salud más cercano la reposición. 

Prevención de la violencia.

Estamos en emergencia, pero ninguna situación justifica la violencia o el maltrato dentro de la familia o hacia los niños, niñas y adolescentes. Tenemos que mantener la calma y tratarlos con afecto, lo más importante es proteger en especial la integridad de esas personas. La seguridad de los niños y niñas es más importante que los bienes materiales. 

Prevención del abuso sexual.

Enseñemos a nuestros hijos e hijas a cuidar su cuerpo. Si un extraño o un familiar quiere tocarlos y abusarlos sexualmente, deben saber cómo reaccionar y a quién acudir. Hay tres reglas de oro importantes para prevenir el abuso sexual en cualquier espacio, especialmente en los campamentos: 1. Gritar, 2. Correr y pedir ayuda y 3. Contarlo a alguien de confianza. 

Evitar la separación familiar.

Si eres testigo o conoces que en los campamentos existen niños, niñas, adolescentes o mujeres que sufren malos tratos, violencia o abuso sexual, denúncialo ante el Servicio Departamental de Gestión Social (SEDEGES), Defensoría de la Niñez y Adolescencia, Guardia Municipal o Policía. 

Prioridad de seguridad de niños, niñas y adolescentes.

Los servicios sanitarios (baños) deben cumplir requisitos de seguridad para niños, niñas y adolescentes. Deben estar separados por sexo y edad, y estar próximos al campamento con una buena iluminación. Para evitar situaciones de riesgo y abuso sexual, padres y madres deben acompañar siempre a los hijos e hijas a estos espacios, como a otras actividades. 

Promoción de la recuperación psicosocial de los niños y niñas.

Por ningún motivo los niños y niñas deben asumir responsabilidades o trabajos de adultos que no corresponden a su edad ni a sus capacidades físicas (por ejemplo: acarrear agua, levantar pesos, trabajar, salir del campamento para ir de compras, cuidar las pertenencias de la familia en desmedro de ir a la escuela, entre otros).

Minimización de los riesgos de abuso sexual y explotación.

Durante la emergencia es importante que los niños, niñas y adolescentes vuelvan a la rutina, esto les permite sentirse seguros y recuperarse más rápido de la emergencia. Los padres, madres y cuidadores deben asegurar la asistencia a la escuela, así como a programas de recreación, recuperación psicoafectiva y social.

/MAMP/ZAB/

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    UNICEF,Lluvias en Bolivia,Niños y adolescentes