La Paz, 19 de diciembre de 2022 (ANF).- La Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB) alertó sobre la ausencia de una ley o norma subnacional que regule la construcción de tinglados en el país y dijo que una regulación podría evitar las tragedias que se presentan anualmente con el derrumbe de este tipo de infraestructuras como lo ocurrido en Achacachi.
“No existe un reglamento nacional de este tipo de estructuras, hay que normar. Una estructura debe calcularse y diseñarse con las cargas específicas a las que va a ser sometida durante su vida útil, no es cuestión de mandar a hacer estructuras tipo, y ojo, no puede haber un ‘modelo tipo’ ya que cada infraestructura depende de las condiciones geográficas, meteorológicas y de suelos de cada región”, declaró a la ANF el vicepresidente de la SIB, Raúl Daza.
El 10 de diciembre pasado, el tinglado de la Unidad Educativa Gualberto Villarroel, comunidad Santiago de Pacharia del municipio de Achacachi, se desplomó luego del acto de graduación de los bachilleres y ocasionó siete fallecidos y casi una veintena de heridos.
Desde el 2014, se calcula que al menos 13 infraestructuras de ese tipo se vinieron abajo por distintas circunstancias.
“Una estructura de esa naturaleza debe tener las condiciones para soportar las cargas que son de origen meteorológico, especialmente, que son granizo o viento que son cargas adicionales y que pueden hacer fallar la estructura”, resaltó el ingeniero Daza.
El expresidente, Evo Morales, durante su gobierno dijo que la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE) tenía ‘modelos tipo’ de tinglados y alentaba a los alcaldes solicitar edificar esos escenarios, porque se construiría con rapidez a través del conocido programa “Bolivia cambia”.
Daza dijo que existen todo tipo de empresas a la hora de realizar el trabajo y que la supervisión de la obra se convierte en la única forma de garantizar la calidad de las edificaciones. De acuerdo con las normas, debe existir un fiscalizador de la obra que garantice la calidad y este debe informar, antes de la entrega, el cumplimiento de esas normas.
“Es muy importante una buena y responsable supervisión. Hay algunas empresas que no trabajan con profesionalismo; por eso, es importante que los diseños sean revisados por la SIB”, sostuvo el ingeniero.
Respecto al caso de Achacachi, Daza aseguró que se puede determinar las causas de la tragedia a través de un peritaje técnico que debe realizar una empresa especializada.
“Una auditoría desde la etapa de diseño en la que se debe realizar un modelado de la estructura, tal como se la construyó, y verificar con cargas reales de granizo; así se podrá saber si la estructura estaba destinada para resistir o estaba condenada al fracaso”, aseguró el vicepresidente de la SIB.
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