La Paz, 9 de febrero (ANF).- La ministra de Salud, Gabriela Montaño, remarcó este sábado que no es necesario crear un impuesto para financiar la implementación del Sistema Único de Salud (SUS) en el país y reiteró que el Gobierno ya tiene el presupuesto garantizado.
“No necesitamos crear un impuesto para sustentar el SUS. Quienes plantean un impuesto tendrá que explicar por qué se pretende afectar al bolsillo de la gente, cuando hay presupuesto garantizado por el Tesoro General de la Nación”, dijo Montaño.
Las declaraciones de la autoridad surgen luego de que el presidente del Colegio Médico de La Paz, Luis Larrea, anunció que propondrá que el SUS se financie con un impuesto a la hoja de coca, bebidas dulces y el tabaco.
"Un sustento económico serio para un sistema de salud serio estaría en impuestos a la producción de la hoja de coca, la venta de bebidas dulces y al tabaco. Esto lo demostramos de manera técnica con los datos que el Gobierno publica y no con deseos o préstamos", señaló el galeno.
Larrea detalló que esa propuesta es parte del documento "Por un sistema integral boliviano de salud", donde, según aseguró, se demuestra que el impuesto a estos tres rubros dan sostenibilidad en el tiempo a un sistema médico gratuito para toda la población boliviana.
Esta jornada los médicos, el Ministerio de Salud y Diputados iniciaron el análisis “por tiempo y materia” para tratar de lograr un consenso sobre el SUS.
La titular de Salud, Gabriela Montaño, dijo que escucharán las observaciones al proyecto de Ley del SUS que se prevé arranque el mes de marzo con 1.200 prestaciones.
“Vamos a hacer una revisión y escuchar las observaciones que tengan sobre la ley. Esperemos que hoy mismo se pueda concluir el trabajo porque se ha aplazado el tratamiento de la norma hasta el lunes. Necesitamos seguir avanzando”, enfatizó la autoridad.
Los galenos del sector público y la seguridad social rechazan la aplicación del SUS en el país por la carencia de infraestructura hospitalaria, especialistas y equipamiento. Además, señalan que el presupuesto de 200 millones de dólares es insuficiente para dar salud gratuita a los bolivianos.
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