La Paz, 28 de abril (ANF). – Cobardes, inseguros y violentos son algunas de las características para identificar a los feminicidas, quienes no aceptan ni respetan los derechos de las mujeres y se creen los dueños de la vida de su pareja, afirman las expertas Marynés Salazar, psicóloga clínica y directora de la Asociación Psinergia, además de la investigadora Marlene Choque.
En lo que va del año, es decir en cuatro meses del 2021, Bolivia reporta oficialmente 38 asesinatos de mujeres. Uno de los últimos casos, que conmovió a la población, es el de Yessie H., de 26 años, quien era estudiante, profesora de danza y madre de un niño de 6 años. Fue asesinada por su pareja Roberto Carlos Roque, la noche del sábado.
Salazar, en entrevista con ANF, califica a los agresores como “machos asustados”, que son los que cometen los crímenes con cuchillos, armas blancas para acabar con la vida de sus parejas. Agrega que los feminicidas consideran que las mujeres son de su propiedad y no respetan ni aceptan sus derechos.
“Estos hombres piensan que la mujer es un objeto, que es de su propiedad y cuando la mujer dice ‘yo existo, yo pienso’, el hombre se siente amenazado y por eso sus reacciones violentas. Son machos asustados que no han terminado de ser hombres. Quieren obligar a las mujeres a parir, situarlas como objetos o que se dediquen al tema doméstico, son machistas. Ellos rechazan la lucha de igualdad y equidad, se sienten con miedo de que la mujer viva en pleno derecho y eso repercute en los feminicidios”, indica.
Señala que los hombres que incurren en este tipo de delitos tienen un perfil de psicopatía social, que es una alteración de la personalidad caracterizada por el narcisismo, la impulsividad, y manipulación.
La especialista analiza el feminicidio de Yessie, la joven madre que fue asesinada por su pareja y padre de su hijo, quien después de causarle la muerte dejó una carta con contenido machista, donde expresa que las mujeres deben obedecer a los hombres y que había tomado la decisión porque su esposa le habría “fallado”.
El autor del crimen, en la misiva, expresa un rechazo al feminismo y plantea volver a una “era pasada”.
“Hay una psicopatía social que encubre el machismo, eso ha ocurrido con el caso de la joven que fue apuñalada por su pareja. La mamá menciona que ambos se llevaban bien, pero ya antes le había golpeado y en el ‘nombre del amor’ le perdona, pero los golpes continúan porque a él no le gustaba que ella baile, y eso desencadena en un circulo de violencia machista que acaba con la vida de la mujer”, señala.
Por su parte, la investigadora Marlene Choque indica que los feminicidios se dan luego de un proceso de escalamiento de la violencia, donde imperan las desigualdades en las relaciones de poder entre varones y mujeres.
Coincide en que “no todos” aceptan que las mujeres se desarrollen de manera libre en el campo laboral y personal. Agrega que hay una resistencia patriarcal, es decir un “rechazo a los derechos de las mujeres”.
“El hombre no acepta la decisión de la mujer y es ahí donde empieza a sentir que ellos son los dueños de la vida de su pareja, no asumen los derechos de las mujeres, es por eso que no les permiten que tomen sus derechos, muchos casos de feminicidios se dan por esas situaciones. Los hombres se creen los dueños del cuerpo, destino y de la vida de la mujer y por eso creen que tienen el derecho de acabar con la vida de las mujeres”, afirma a ANF.
Choque asegura que la idea de “si no vas ser mía, no serás de nadie” sigue latente en el pensamiento de los varones que agreden a sus parejas.
Detalla que el feminicidios tiene un proceso que inicia con la violencia psicológica; gritos, humillaciones, golpes con objetos, patadas y agresión sexual. Alerta que cuando no se pone un límite a este tipo de agresiones los maltratos cada vez son más crueles y con mayor frecuencia.
“Este tipo de violencias causa heridas a las mujeres no solo física sino emocionales que afecta a la autoestima de las mujeres, viven en depresión, en soledad (…). Muchas veces la misma familia no las apoya (cuando) hay que ayudarlas. Las víctimas de violencia viven con inseguridad, mucho miedo, si no se para la violencia incrementa en frecuencia y crueldad. No son hechos fortuitos, es un proceso”, agrega.
Las dos expertas coinciden en que para prevenir los asesinatos de mujeres se debe actuar desde la familia y el Gobierno. “Hay una ausencia de políticas públicas para la prevención desde el Estado y eso hay que trabajar para erradicar la violencia machista”, señalan.
“Si te encuentras con un amigo que hace chistes machistas, que habla mal de las mujeres desde ese momento hay que alejarse o si tu pareja es violento, te insulta, te jalonea, te da empujones, hay que salir de ahí. No hay que cargarse la idea de que ‘conmigo va a cambiar”, cuando el hombre te cuestiona tu forma de vestir, de pensar o te golpea, te ve como un objeto, cualquier rato se le va ir la mano y va a matar”, concluye la psicóloga Marynés Salazar.
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