La Paz, 1 de noviembre (ANF).- Ya pasaron 20 años desde el fallecimiento del compadre Carlos Palenque Avilés, pero su ausencia sigue doliendo a muchos paceños que en esta fiesta de Todos los Santos se dan modos para visitar el nicho del expolítico, ubicado en la plaza San Luis Espinal Camacho, vía 9, sector 5 en el Cementerio General de La Paz.
Margarita Machicado, seguidora del compadre desde hace 20 años, no se olvida de preparar una mesa con t’antawawas, frutas, kispiña de quinua, coca, caña de azúcar, refrescos y los infaltables platos de comida que eran los favoritos del exlíder de Condepa, como la sajta de pollo, lechón al horno, ají de fideo, silpancho, thimpu de cordero y ranga, para dar la bienvenida al alma de Palenque.
“Desde que ha muerto, hace 20 años, pongo la mesa para el compadre y así va ser hasta mi muerte, hasta que Dios me lleve. Hemos puesto todo lo que gustaba (en vida), especialmente la sajta, su presa preferida era la ala, luego está la kispiña que le gustaba harto”, dice la mujer, que está sentada junto al nicho que acoge a Carlos Palenque.
Machicado recuerda con cariño a Palenque y asegura que por su sencillez y carisma, la gente sigue llorando por su muerte.
“Siguen añorando al compadre porque era bueno, la gente sigue llorando. En estos dos días sabe haber más de 10 mil personas que visitan la tumba de nuestro compadre. Nosotros sabemos que (Palenque) ahora, es presidente en el cielo”, afirma, a tiempo de señalar que cada año destina un quintal de harina a la preparación de masitas que se harán rezar en honor a Palenque.
Otra persona que también visitó la tumba de Carlos Palenque, lloraba en silencio y antes de retirarse dejó una rosa. De acuerdo a la comuna paceña, los nichos del compadre; Germán Busch Becerra, presidente de Bolivia entre 1937 y 1939; del músico, compositor y educador boliviano Gilberto Rojas Enríquez; del poeta Jaime Saenz; la escultora Marina Núñez del Prado; del político, filósofo y poeta Franz Tamayo, son los más frecuentados por los visitantes en esta festividad.
“Llegaron las almas”
A mediodía de este martes, miles de personas recibieron a sus “almas” en medio de velas, huayños, morenadas, rancheras masitas y lágrimas en el Cementerio General de La Paz que abrió las puertas del camposanto desde las 07:00 hasta las 17:00, el miércoles los horarios serán los mismos.
Wilfredo Mamani, un músico y guitarrista relata que las familias le piden tandas de canciones desde boleros, tangos, huayños, rancheras y morenadas y que por ese servicio se cobra entre cinco y 20 bolivianos, dependiendo del número de interpretaciones musicales.
“Estos días, las familias piden más canciones como ‘dónde está mi papá’, ‘el llanto de mi madre’, rancheras, huayños, morenadas y boleros, todo depende de lo que gustaba al fallecido”, explica.
Wilfredo durante una de sus interpretaciones
Otros optaron por armar una mesa, que es una especie de altar adornado con t’antawawas, escaleras, coronas, cañas de azúcar y una variedad de frutas, además de alimentos que fueron ofrecidos a los “resiris”, personas que rezan por el alma del difunto a cambio de pan.
El comandante de la Guardia Municipal, Nilo Torrico, indicó que se dispondrán 250 guardias que reforzarán las tareas de seguridad y control dentro y fuera del Cementerio.
“No se va a permitir el ingreso de ningún tipo de bebidas alcohólicas y peor aún el consumo en el interior del Cementerio General. Se recomienda a las personas que vayan acompañadas de niños pequeños, o de personas de la tercera edad que tengan mucho cuidado con ellos”, indicó Torrico.
Un reziri recibe un plato de pan y frutas en el Cementerio General
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