Este brote en países donde no se había registrado esta enfermedad ocasionó que el 23 de julio la OMS declarase emergencia de salud internacional debido a la alta transmisión, pero de gravedad baja. El 2 de agosto se reportó el primer caso de mpox (viruela del mono), y en el mes de agosto llegó a una treintena de casos diagnosticados oficialmente de los cuales al menos 10 manifestaron que contaban con practicas sexuales con personas del mismo sexo. Esta situación provocó algunas declaraciones de autoridades que redujeron esta enfermedad a un sector de la población que tiene diversidad sexual.
Para Sulma Vargas Llanos, médica facilitadora del Instituto Para el Desarrollo, estas afirmaciones no tomaron en cuenta las otras formas de contagio de la viruela símica o mpox, descritas por la OMS. Por tanto, se contribuyó a que se aumente los prejuicios, el estigma y la discriminación hacia las personas de las diversidades sexuales, por más de 40 años luchan contra el estigma por el VIH.
Actualmente, se tienen casos confirmados de mpox, pero registrados en diferentes sectores de la población, incluso niños y mujeres embarazadas.
“El estigma y discriminación era más. Ahora sigue habiendo en algunos centros por eso es que ya los usuarios ni siquiera van (a los centros) prefieren atenderse en su casa, ya saben lo que tienen, pero por el miedo y la vergüenza no acuden a los centros, por eso existe UN bajo diagnóstico que tenemos en Bolivia”, aseguró Vargas.
Ante esta situación la doctora Vargas considera importante que la población tenga una información correcta, para no estigmatizar ni discriminar y además considera que cualquier persona, independientemente de su orientación sexual, puede infectarse y transmitir la mpox.
“Lo principal es informarnos y no solo sacar conclusiones, echar la culpa a una diversidad sexual, eso no es así, todos estamos en riesgo de adquirir la mpox, si bien es claro, al inicio en una población ha sido más alta el diagnóstico por los diferentes factores que se han presentado en ellos, pero también eso no significa que no estemos expuestos al virus”, dijo Vargas.
¿Vacunas?
Desde el punto de vista de Vargas sería bueno que se gestionen planes de adquisición y de vacunación contra la mpox en Bolivia porque hasta el momento la población infectada con la mpox es menor a los 50 años. Además, se considera que los que cuentan con la vacuna de la viruela humana aplicada hasta 1980 cuentan con una protección y efectividad cruzada arriba del 85 por ciento.
Recomendaciones
Según Vargas, el Covid-19 nos ha enseñado sobre las medidas de bioseguridad como el utilizar el barbijo, mantener la distancia, desinfectarse con el alcohol al 70 por ciento. Y considera que son medidas que debemos adoptar en nuestra vida diaria no solamente por el Covid o la mpox, sino por cualquier otra infección emergente.
“Cada año emerge una nueva patología o antigua por eso tenemos que estar siempre preparados, por eso las medidas de bioseguridad y si se tiene la sintomatología, acudir para el diagnóstico para no seguir transmitiendo a las demás personas”, dijo Vargas.
La incubación de la mpox tiene un periodo que oscila entre 5 y 21 días hasta que aparezcan los síntomas de dolor de cabeza, fiebre, dolor de espalda, dolor muscular e inflamación de los ganglios linfáticos, sarpullido cerca del área genital o en otras partes del cuerpo que puede ser doloroso o con picazón. Puede transmitirse desde el momento que aparecen los síntomas hasta que el sarpullido haya sanado, es decir, cuando se caen todas las costras. Por lo general dura entre dos y cuatro semanas.
Cambio de nominación a mpox
En Bolivia la viruela mpox (viruela del mono) hasta el 18 de diciembre registró de manera oficial un acumulado de 261 casos, de los cuales 4 se encuentran activos y 257 recuperados, ningún fallecido.
Desde el Ministerio de Salud y Deportes se destaca la coordinación con los SEDES de todos los departamentos los protocolos para el diagnóstico específico, tratamiento y seguimiento de casos y contactos. Asimismo, se indica que la enfermedad se encuentra controlada y que todos los pacientes tanto activos como sospechosos son evaluados y controlados constantemente.
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