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Nacional Sociedad

El cáncer destruye el rostro y la vida de Alicia; necesita apoyo para quimioterapia paliativa

ANF le cuenta la historia de una paciente y madre de tres menores que requiere quimioterapia paliativa para controlar el dolor de un tumor maligno que le crece en la cara. Ella es de las tantas personas con cáncer en Bolivia que no cuenta con recursos para su tratamiento.
29 de Mayo, 2019
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Alicia junto a sus tres hijos en Oncología Clínica del Hospital de Clínicas. Foto: ANF
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La Paz, 29 de mayo (ANF).– Alicia Mollericona tiene 48 años y apenas puede articular palabra por un tumor que le crece en la cara que afecta parte de su cabeza y cuello. Tiene tres hijos de 8, 9 y 18 por quienes quiere seguir en este mundo, pues tiene miedo que el padre de sus retoños, quien la dejó a su suerte tras enterarse de su enfermedad, los castigue en su ausencia.

Hace 10 años se enteró de su enfermedad y tuvo que someterse a una costosa operación para detener el tumor que le crecía sin piedad en el rostro. Los médicos le recomendaron radioterapias para fortalecer el tratamiento, pero los altos costos de las sesiones y la distancia desde su lugar de origen, Escoma en la provincia Camacho de La Paz, le impidieron seguir con el proceso de curación.

“Después de la operación ya me sentía bien y no me dolía, pero no tenía plata para pagar las radioterapias ese tiempo. Por eso me fui nomás a mí pueblo y de repente comenzó a crecer otra bolita en mi cara y con el tiempo fue aumentando, pero ya no tenía apoyo para venir a la ciudad”, relata.

Su diagnóstico es sarcoma de partes blandas, que son tumores malignos, que se originan en el denominado tejido conectivo o de soporte del organismo, y se localizan en las partes blandas que incluyen el tejido graso y el muscular, los tendones, los vasos sanguíneos, los nervios y los tejidos profundos de la piel.

Alicia se dedica a la agricultura y, actualmente, es la única que mantiene a su familia. Su pareja y de padre de sus hijos también se dedica al cultivo de papa, pero cuando se enteró que su esposa padecía cáncer la dejó y ahora no la apoya. “Él nomás se molesta, pareciera que se ha cansado y ya no le digo nada”, comenta.

Viacrusis

Después de varios años de estar sin tratamiento por falta de dinero, los dolores comenzaron a atormentarla. Por ello, buscó ayuda en el Hospital de Clínicas de la ciudad de La Paz, donde se benefició de sesiones de radioterapias gratuitas que impulsa el Gobierno, pero los tratamientos no resultaron como esperaba, porque el cáncer estaba en etapa avanzada.

Por ese motivo, los galenos le recomendaron realizar quimioterapias paliativas para mejorar su calidad de vida.

La paciente cuenta que en febrero de este año terminó las sesiones de radioterapia y posteriormente debía iniciar con quimioterapias paliativas, para controlar el dolor que le causa el tumor que deforma su rostro y cubre con una bufanda por temor a burlas en las calles. Sin embargo, hasta ahora no puede conseguir el dinero que necesita para las tres sesiones de quimioterapia que debe hacer cada 21 días y que cada una cuesta Bs 5.000. En total requiere Bs 15.000 y ayuda para sus hijos.

Cada día su salud empeora, pero aún así hace el sacrificio de viajar tres horas diarias desde Escoma a La Paz en busca tratamiento en la urbe paceña. En su pasaje destina Bs 18 y el gasto se duplica, cuando su hija María mayor la acompaña en la travesía.

“No podemos quedarnos aquí (La Paz) porque no tenemos familiares. Cada día gastamos Bs 18 en los pasajes, de ida y vuelta. Eso hasta El Alto, de ahí tenemos que tomar otros autos para llegar al Hospital, ya no tengo plata. Cuando hacía radioterapias me he vendido mis ganaditos y con eso me ayudado, pero se ha acabado todo, no tengo nada”, lamenta.

La mujer resalta que quiere vivir por sus tres retoños, sobre todo porque le preocupa que su pareja y padre de sus niños los maltrate, porque afirma que es un hombre de mal carácter y que desde que enfermó consume bebidas alcohólicas a menudo.

“Mis hijitos, los dos últimos siguen en colegio. No quiero dejarlos, tengo miedo que, si me pasa algo, su papá los maltrate porque, ahora nomás, les riñe feo cuando se toma, les trata mal. Mi hija es la que me apoya, ¿qué va ser de mis wawas? Esa pena tengo, a veces pienso que puedo irme a cualquier lugar a morirme porque el dolor es muy feo, pero pienso en mis hijos y me aguanto nomás”, dice.

La presidenta de la Asociación de personas con Cáncer, Rosario Calle, afirma que la situación de Alicia es muy delicada y se agrava porque agrega, que la mujer es una muestra de que en Bolivia no existe el acceso a medicamentos oncológico que dificulta el tratamiento oportuno de pacientes con cáncer.

Para ayudar a la familia de Alicia, puede comunicarse al número de celular 73076752.

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    Personas con cáncer,Rosario Calle,Hospital de Clínicas