La Paz, 7 de enero (ANF).- En el discurso de inauguración del Año Judicial 2020, realizado en la Casa de la Libertad (Sucre), la presidenta Jeanine Áñez, pidió impedir el retorno de los “salvajes” al poder y planteó cuestionamientos al proceso judicial por los hechos del 24 de mayo de 2008, en que campesinos fueron obligados a arrodillarse. Estas afirmaciones generaron repercusiones en diferentes ámbitos, uno de ellos fue la Defensoría del Pueblo que, desde su máxima autoridad, Nadia Cruz, cuestionó los calificativos que “promuevan” el racismo.
"No permitamos que ninguna ambición personal, por un lado, disperse el voto y se salga con la suya, y mucho menos que los arbitrarios, los violentos y que los salvajes puedan volver al poder", fue la frase pronunciada por la mandataria y que generó fuertes repercusiones. Cruz cuestionó toda declaración y discurso que “promueva o justifique actos de racismo y toda forma de discriminación, más aún, si éstos están dirigidos a una población vulnerable como son los pueblos indígenas originario campesinos”.
Una de las reacciones llegó desde Argentina, del expresidente Evo Morales, “para los golpistas somos ‘salvajes’, los nacionalizadores, los que recuperamos nuestros recursos naturales y la dignidad de la Patria, los que luchamos contra la pobreza y logramos el mayor crecimiento económico en la región”, tuiteó el exmandatario.
Por su parte el ex defensor del pueblo, Rolando Villena dijo a ANF que estas frases, con esos términos, “en el proceso actual en el que vivimos de pacificación y expresados por la presidenta no contribuyen a generar nuevas relaciones que permitan reconstruir la democracia. Es necesario tener más cuidado”.
Agregó que en la etapa actual y con la “coyuntura aún sensible” en la ciudadanía no es prudente “reavivar” pasiones y resentimientos que se deben superar.
En relación a los hechos del 24 de mayo, Cruz estableció que las y los bolivianos no pueden olvidar esa fecha “cuando se vivió una jornada de violencia en la que campesinos, por defender sus ideas políticas, fueron agredidos, física y verbalmente, por un numeroso grupo de personas; obligados marchar semidesnudos, a arrodillarse y besar el suelo cerca de la Casa de la Libertad en Sucre; a presenciar la quema de un poncho y la wiphala y ser presionados para salir de la ciudad”.
Añez, en su discurso, dijo "quiero referirme a la infundada acusación de racismo que en mi criterio han provocado una de las mayores injusticias con los ciudadanos (...). Permítanme solidarizarme y ver las posibilidades de que ustedes puedan reencauzar sus derechos ciudadanos, hemos pedido al Tribunal Supremo de Justicia, como al Tribunal Constitucional Plurinacional, que se actúe de acuerdo a norma y que se respete la independencia de poderes”.
Para Villena también es importante no olvidar este evento que marcó la historia en el país y fue una muestra clara de vulneraciones de los derechos humanos. “Por ello es necesario la reestructuración de la justicia para los debidos procesos con independencia”.
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