La Paz, 25 de junio (ANF). - Las seis federaciones de los cocaleros del trópico cochabambino, mediante un voto resolutivo, expresaron este lunes su “respaldo absoluto” al cardenal Toribio Ticona porque consideran que atraviesa “difíciles momentos debido a los ataques de la logia de algunos jerarcas de la Iglesia Católica boliviana”.
Por eso “las seis federaciones nos solidarizamos (con el Cardenal) y lo declaramos nuestra primera autoridad eclesiástica boliviana. (Además) declaramos personas no gratas a algunos jerarcas de la Iglesia Católica boliviana que viven en criterios de clasismo, racismo, discriminación y fascismo”, manifestó el dirigente cocalero Leonardo Loza, a tiempo de dar lectura al voto resolutivo, según el reporte de radio Fides.
El pasado 13 de junio, la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) emitió un comunicado para aclarar que el cardenal Ticona no es la voz oficial de la Iglesia Católica.
“La Conferencia Episcopal Boliviana y sus autoridades, legítimamente elegidas, o sea, Presidente, Vicepresidente, Secretario General y Consejo Episcopal Permanente, es la voz oficial de la Iglesia Católica en Bolivia. El Cardenal es miembro de la Conferencia Episcopal Boliviana, como Obispo Emérito, teniendo derecho a voz, de acuerdo con sus Estatutos”, remarcó la CEB en su documento.
Este pronunciamiento de la Conferencia Episcopal generó una serie de críticas, principalmente de parte de las autoridades y organizaciones sociales afines al gobierno de Evo Morales.
“Como coordinadora de las seis federaciones rechazamos profundamente ese documento emitido en contra del compañero Toribio Ticona (…) y nos declaramos en estado de emergencia ante el ataque racista, clasista y neoliberal de algunos jerarcas de la Iglesia”, agregó Loza.
Entre tanto, el canciller Fernando Huanacuni confirmó ayer que el presidente Morales viajará a la Ciudad del Vaticano para participar de la ceremonia de investidura de Ticona como cardenal.
Ticona en varias ocasiones expresó que es amigo de Morales y que intentará mejorar las relaciones entre la Iglesia Católica y el Gobierno.
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