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Nacional Sociedad

"No quiero perder a mi hijito, quiero que se recupere", suplica la mamá de niño vejado en Yapacaní

El niño que se encuentra en terapia intensiva es el último de seis hermanos y cada día su salud se deteriora
8 de Junio, 2022
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El hospital de Niños Mario Ortiz de la capital cruceña. Foto: El Deber

La Paz, 8 de junio de 2022 (ANF). – A principios de junio de 2021, Joel (nombre referencial) de 11 años comenzó a sentir fiebre, calambres y una intensa diarrea que no cedían, su mamá Bertha P. le preparaba mates para calmar las dolencias, pero no eran suficientes y cada día su salud se agotaba más. Asustados, un día decidieron ir a consultar a un centro de salud en Yapacaní, que por la gravedad del cuadro lo derivó hasta el hospital Japonés en la ciudad de Santa Cruz. Ahí los galenos descubrieron que el niño había sido víctima de violación.

La noticia destrozó a la familia y desde ese día peregrinan buscando que Joel se recupere, pero hasta ahora su salud no evoluciona. El niño es el último de seis hermanos y el segundo varón de la familia. El martes 7 cumplió 11 años de edad, cuenta a la ANF Jhasely, una de sus hermanas.

La joven relata que Joel desde octubre del año pasado pasa sus días de hospital en hospital. El año pasado estuvo internado en terapia intensiva por dos meses, otros dos meses en observación. Cuando parecía que iba a mejorar, su salud volvió a decaer cuando denunció que fue ultrajado sexualmente por presuntamente cuatro hombres durante dos años en Yapacaní.

“Mi hermanito es el último hijo y el segundo varón de nuestra familia, el primero tiene 26 y él (Joel) cumplió 11 ayer. Es una situación muy triste, toda mi familia está sufriendo. No se puede recuperar, todo el día pasa durmiendo en el hospital, ya no habla, ya no ríe”, recuerda Jhasely, a tiempo de señalar que  nunca se dieron cuenta de que su familiar fue víctima de agresión sexual. Solo cuando su salud decayó.

“Él era tranquilo, nos enteramos de que fue abusado cuando le llevamos al hospital, ahí le detectan VIH, ha sido como un sueño, como una pesadilla para mi mamá. No podíamos creerlo, ahí él recién comienza a hablar, nos dice que eran cuatro hombres los abusadores, que lo amenazaban con pistolas, con cuchillo, con hacer daño a mi familia y por eso se quedó callado”, cuenta con impotencia.

“No quiero perder a mi hijo, quiero que se sane, que se recupere, mi hijito”, dice Bertha con la voz que denota una profunda tristeza. Señala que no se dio cuenta de los abusos que sufría su pequeño y relata que desde hace varios años, sale a las calles a vender comida para llevar el sustento a su hogar y que no le falte nada a sus retoños.

“Mi hijo ahora está agonizado por culpa de esos hombres que tienen que ser castigados con 30 años de cárcel, ¿Cómo van a hacer eso a un niño? ¿Qué les hemos hecho para recibir tanta maldad? Mi hijito está traumado, tiene miedo, no quiere que lo deje, tanto daño me lo han hecho a mi wawa”, se lamenta.

Actualmente, Joel se encuentra en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) en el hospital de Niños Mario Ortiz de la capital cruceña. Su pronóstico es reservado, Bertha, su mamá, no se despega de él ni un minuto porque si lo hace, el niño comienza a gritar y a llorar, no quiere que ningún hombre se le acerque. Pero la mayoría del tiempo la pasa durmiendo y pocas veces articula palabra, según el relato de su familiar.

Bertha ya no puede salir como antes a vender alimentos para ganarse el sustento y los gastos médicos son cada día más. En un solo día le pidieron resonancia magnética que tiene un costo de 700 dólares, medicamentos valuados hasta en 1.300 bolivianos, dinero que pudo reunir con la ayuda de sus hijos y vecinos.

Tras conocer el caso del niño, el ministro de Salud, Jeyson Auza, se comprometió a brindar toda la ayuda necesaria a Joel, quien fue diagnosticado con desnutrición y encefalopatía por lo que requiere ser valorado por especialistas en gastroenterología, pediatría y neurología.

La familia del niño clama por justicia y pide a las autoridades dar la máxima sanción a los autores de la violación a la que fue sometido Joel durante dos años.

Para ayudar a la familia de Joel pueden contactarse al número de celular 69076057.

Indignación

El caso de Joel conmocionó a los pobladores de Yapacaní, quienes la noche del martes se organizaron y trasladaron hasta el juzgado de la región donde sacaron a uno de los sindicados que permanecía detenido y debía ser trasladado al penal de Palmasola. Los vecinos enardecidos, lo golpearon y desnudaron para hacerlo caminar por las calles.

La defensora del Pueblo, Nadia Cruz, en rueda de prensa, reveló que el caso de Joel se intentó cerrar en abril porque no se logró notificar a los presuntos autores de la vejación sexual, pese a que los familiares del niño denunciaron la agresión sexual en octubre del la gestión pasada.

“Aparentemente en abril de la presente gestión se habría intentado cerrar el caso porque no se logró notificar a los autores, la defensoría del la niñez de Yapacaní y todo el sistema de justicia (…) han esperado que sea el niño la principal fuente de información. Estamos realizando todas las averiguaciones de las actuaciones, hoy se ha desplegado un equipo para hacer la revisión del caso”, indicó la defensora.

El jefe de bancada de Creemos, diputado José Carlos Gutiérrez, lamentó el vejamen que sufrió el niño y exige al Gobierno implementar planes de prevención para evitar la violencia contra los niños, niñas, adolescentes y mujeres.

“No existe confianza en la justicia. El MAS se dedica a pelear. No están haciendo el trabajo de prevención; hablaron de brindar seguridad, de aplicar el Código Niña, Niño y Adolescente. No es sólo un tema de violación a niños. Los feminicidios tampoco paran y eso el gobierno no está atendiendo”, expresó.

/MLA/

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    Yapacaní,Agresión sexual