La Paz, 9 de enero (ANF).- Las flores en el nicho del padre Luis Espinal nunca faltan y siempre están frescas, porque su memoria sigue viva, dicen los jesuitas y activistas que no están de acuerdo con la exhumación de los restos del religioso. La Compañía de Jesús tendría que comunicar a Roma de esta intención de la Fiscalía para aceptar o rechazar dicha acción investigativa.
Los restos de Espinal están enterrados en el Cementerio General en uno de los nichos del mausoleo que es de propiedad de la Compañía de Jesús, a la que perteneció el religioso, asesinado en Bolivia en 1980 poco antes de la dictadura de Luis García Meza.
Estos son los dos criterios que esgrime el padre Superior Provincial de la orden religiosa, Osvaldo Chirveches, para observar la decisión del fiscal Genaro Quenta, que ordenó la exhumación de los restos del sacerdote, enterrados hace 36 años.
“No sé si podemos rechazar, pero estamos diciendo que no estamos de acuerdo. Legalmente tendríamos que consultar una vez que nos llegue la notificación. Tenemos que consultar con los abogados incluso con el padre General en Roma. Yo no puedo tomar solo las decisiones”, declaró el provincial, Osvaldo Chirveches.
Según el representante de los jesuitas en Bolivia, son de conocimiento público las causas de la muerte de Espinal, es decir, por impacto de balas, un tema que ahora se pretende certificar a través de una exhumación.
“Se intenta explicar la razón de esta exhumación para certificar que el padre Espinal murió asesinado por impactos de bala y consideran que la autopsia que se hizo en aquel tiempo no es suficiente”, declaró el religioso, quien cree importante que la Compañía sea consultada en un proceso de dos exmilitares que se acusan sobre la autoría de la muerte de Espinal.
Chirveches explicó que en la autopsia que se le hizo al sacerdote tras su asesinato, no se había especificado que su muerte fue debido a impactos de bala sino que fue a causa de una hemorragia interna aguda. “Pero en realidad todos sabemos que Espinal murió por impactos de bala”, dijo.
Victoria López, secretaria general de la Plataforma de Luchadores Sociales Sobrevivientes de las Dictaduras, junto a otros activistas protestaron porque después de 36 años la Fiscalía pretende investigar si verdaderamente murió por impactos de bala.
“Hay documentos, publicaciones de prensa, en su tiempo hubo periodistas que vieron el cuerpo de nuestro mártir que murió a bala y de haber sido torturado en el matadero municipal”, afirmó López.
Asimismo pidió al presidente Evo Morales y al ministro de Gobierno, Carlos Romero, que “no permitan este atentado a la democracia, es una profanación a la tumba del padre Luis Espinal”, sostuvo.
Chirveches cree que de insistir la Fiscalía en la exhumación se atenta contra la memoria de Espinal que luchó por la democracia y por los más pobres.
El fiscal Quenta indaga una denuncia del excoronel de Ejército, Roberto Meleán, que acusa como autor intelectual del crimen en marzo de 1980 al entonces comandante de la Fuerza Aérea Boliviana, Jaime Niño de Guzmán.
En ese marco, había previsto para este lunes la exhumación del cadáver de Espinal, pero el acto procesal fue suspendido por falta de notificación a las partes.
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