La Paz, 22 de septiembre (ANF).- El polémico audio de la jueza Patricia Pacajes difundido en la última semana develó las injusticias, la falta de transparencia y una serie de vulneraciones de derechos humanos en la cuestionada investigación sobre el caso del bebé Alexander.
El escándalo se generó luego de que la magistrada Patricia Pacajes, durante una reunión privada, mientras consumía bebidas alcohólicas, confesará que el médico Jhiery Fernández es inocente de la supuesta agresión sexual contra Alexander.
En la extensa grabación de 30 minutos, que fue divulgada el lunes pasado, la jueza revela que la sentencia de 20 años fue armada por errores en el informe que elaboró la médica forense, Ángela Mora, y por la presión política. Ese hecho generó la indignación de la población que criticó el accionar de las autoridades judiciales del país.
Familia
Tras conocerse el audio, la familia y la defensa del joven médico Jhiery Fernández exigió con vehemencia la libertad del galeno, que pronto cumplirá cuatro años de encierro preventivo en el penal de San Pedro de La Paz.
Días atrás, familiares, amigos y colegas de Fernández protagonizaron una marcha exigiendo una auditoría jurídica al caso del bebé Alexander. La mamá, Norma Sumi, pidió la liberación de su hijo.
Además, agradeció la divulgación de la grabación, en el que se sostiene la inocencia de su hijo.
Desde la cárcel, el médico escribió una carta dirigida a la opinión pública donde denunció las innumerables injusticias, de su impotencia sobre un sistema judicial que lo sentenció sin pruebas a pesar de sus esfuerzos por demostrar su inocencia.
“Si alguien debería estar preso son estas personas como coautores, ellos sí son un peligro para la sociedad, veo la sentencia en mis manos, que más que una sentencia condenatoria de libertad, es una sentencia de muerte en vida”, se lee en una parte de la carta y donde además pide ayuda a la población para exigir justicia en su caso.
Reacciones
Las reacciones de diferentes autoridades políticas y judiciales no se dejaron esperar ante la divulgación del audio. Incluso afines al partido de Gobierno, el MAS, cuestionaron que se haya sentenciado a un inocente por este caso. Los legisladores de oposición criticaron la labor del fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero, y exigieron su destitución.
Una de las primeras autoridades de Gobierno en pronunciarse sobre el audio fue el ministro de Justicia, Héctor Arce, que solicitó al Consejo de la Magistratura la suspensión de la jueza Pacajes.
El 20 de septiembre, el ministro dijo que la sentencia del caso Alexander, que determinó 20 años de prisión para el médico Jhiery Fernández, carece de fundamento y explicación coherente. Aseguró que esa situación puso en evidencia "la mala calidad en la administración de justicia en el territorio nacional". Sin embargo, Arce no quiso referirse sobre el futuro del galeno.
Autoridades de la Policía y la Defensoría del Pueblo refutaron el informe de la Fiscalía con relación al caso. El defensor David Tezanos Pinto y la Policía declararon que no hubo violación al bebé de parte del médico Jhiery Fernández, quien fue sentenciado por ese delito a 20 años de cárcel.
La forense Ángela Terán, que realizó una necropsia al cuerpo del bebé, rompió el silencio y confirmó que el menor no sufrió agresión sexual y admitió que ella fue presionada y amenazada por el Ministerio Público para que no diga la verdad mientras se desarrolló el proceso que terminó con una sentencia condenatoria contra el médico.
A esas voces que contradicen a la Fiscalía sobre la supuesta violación, se sumaron los colegios de Médicos y Abogados que dieron su respaldo a la inocencia de Fernández. E incluso, anunciaron movilizaciones si no se libera al galeno en una semana.
Mientras que el fiscal Ramiro Guerrero dudó de la autenticidad de la grabación y apuntó a dos postulantes a Fiscal de ser los responsables de la filtración del audio con el afán de desprestigiarlo, ya que en esa grabación la jueza Pacajes detalla que él intentó proteger a su “novia” Ángela Mora, que fue la médica forense que emitió un informe confirmando la supuesta violación del bebé.
Guerrero negó ese extremo, sin embargo, agregó que no se puede dar credibilidad a una persona ebria “que dice incoherencias”.
Por su lado el fiscal
departamental, Edwin Blanco, insistió que el médico Jhiery Fernández fue quien
vejó sexualmente al bebé Alexander y que los jueces (que condenaron al galeno) actuaron con pruebas
suficientes.
Luego de hacerse viral el audio de la jueza Pacajes, la indignación de la población aumentó al extremo de pedir la renuncia de las principales autoridades de la justicia boliviana.
En redes sociales pidieron que se libere al médico Jhiery Fernández. Desde diferentes departamentos también expresaron su respaldo al profesional y convocaron a marchas de protesta para exigir su libertad.
Mientras que la Magistratura en La Paz presentó una denuncia penal por incumplimiento de deberes en contra de Patricia Pacajes y determinó su suspensión.
La jueza tras la divulgación del audio reapareció el viernes y admitió que era ella quien hablaba en la grabación. En entrevista con la Red Uno, la magistrada no quiso referirse puntualmente a la inocencia del médico Fernández e incluso aseveró que cree que le dieron “bebidas adulteradas” para expresarse de esa forma.
Dijo que la sentencia de 20 años contra el galeno está sustentada con base en las pruebas que se presentó durante la investigación.
También identificó al autor de la grabación y nombró a Romel Cardozo. Esta persona reconoció ser la persona que registró y filtró el audio afirmando que lo hizo para no ser cómplice de la injusticia.
Además, el Ministerio Público conminó a la red ATB a revelar la fuente del origen del audio, así como el artefacto o fuente de origen del audio, que fue difundido por esa cadena. Ante ese hecho, diferentes organizaicones que representan a la prensa se pronunciaorn rechazando el pedido de la Fiscalía.
El 13 de noviembre de 2014 salía a la luz pública la supuesta violación de Alexander, un bebé de ocho meses que era resguardado en el Hogar Virgen de Fátima, ahora llamado Niño Jesús, en la zona de Obrajes del macrodistrito Sur.
El pequeño había llegado a la institución con una de sus hermanas de tres años, luego de que fueran rescatados de sus padres alcohólicos.
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