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Nacional Seguridad

Desde la cárcel, Jhiery Fernández escribe una carta: "Un inocente que clama justicia"

Señaló al Fiscal General del Estado, Ramiro Guerrero como el autor intelectual que con Blanco, Boyán; los jueces Pacajes, Mérida y Guerrero son los responsables de su encierro.
19 de Septiembre, 2018
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La carta de Jhiery Fernández. Foto: Tomado de ATB
La carta de Jhiery Fernández. Foto: Tomado de ATB
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La Paz, 19 de septiembre (ANF).- Jhiery Fernández rompió en llanto al escuchar a la jueza Patricia Pacajes confesar que era inocente y que no era un “violador”, como los fiscales y jueces lo habían sentenciado. En esa impotencia señala al Fiscal General Ramiro Guerrero como el autor intelectual de “este horrendo crimen”.

El joven médico detenido desde hace casi cuatro años, escribió desde su encierro una carta dirigida a la opinión pública donde denuncia de las innumerables injusticias, de su impotencia sobre un sistema judicial que lo sentenció sin pruebas a pesar de sus esfuerzos por demostrar su inocencia.

“A través de esta carta, como único medio que tengo para gritar y denunciar mi indignación contra todo el sistema judicial y los fiscales encabezados por el autor intelectual de este horrendo crimen que se dio a la luz en ése audio, el fiscal general  Ramiro Guerrero y sus autores materiales Susana Boyán Tellez y Edwin Blanco Soria”, dice la carta difundida por la red ATB.

Pero no identifica solo a los fiscales de su angustia, también a los administradores de justicia quienes nunca quisieron conocer la “verdad”, porque solo buscaban un culpable.

“Denuncio el manoseo y la profunda nausea a todo el sistema judicial, en especial a todos los jueces que intervinieron en mi caso tanto en la etapa preparatoria y posteriormente en el juicio oral, Petrona Pacajes, Roberto Mérida, Gladys Guerrero, jueces coautores”, señala.

“Hoy quienes deberían estar presos son estos sujetos, ellos si son un peligro para la sociedad”, sentencia el galeno refiriéndose a fiscales y jueces, que aún espera por su liberación. 

Este pasado lunes se conoció un audio extenso de 30 minutos, donde se escucha a la jueza Pacajes, en una reunión privada y consumiendo bebidas alcohólicas revelar a sus amistades que el médico a quien le condenó con 20 años de prisión, era inocente y que el bebé Alexander no había sido violado.

El galeno no pudo contener las lágrimas al escuchar a la jueza, porque revivieron los pasajes más horrorosos que tuvo que vivir desde que el 14 de noviembre de 2014 cuando loa acusaron de violación, ese día empezó “su peor pesadilla y terror que supera la imaginación más perversa del ser humano”.

“Veo la sentencia en mis manos que más que una sentencia condenatoria de privación de libertad es una sentencia de muerte en vida y escucho las declaraciones de esta juez  y no puedo contener las lágrimas y la rabia e impotencia de cómo destruyeron mi futuro, mis anhelos, mis sueños confinados entre cuatro muros gritando mi inocencia y pidiendo justicia, esa justicia que no pudieron darme los supuestos representantes y defensores de la ley”, señala en la misiva.

Aquí la carta íntegra:

La Paz 18 de septiembre de 2018

El 14 de septiembre de 2014 se dio inicio a la peor pesadilla y terror que supera la imaginación más perversa del ser humano.

Se inicia un proceso penal a costa de más de 10 personas inocentes por el supuesto imaginario de haberse cometido violación a un menor de edad.

Tras cuatro años de una investigación y posterior juicio oral, donde estuve sentado en el lugar más terrorífico acusado de violación, donde en cada audiencia pude ver el servilismo de un par de fiscales que a toda costa buscaban un culpable, una sentencia y no así la verdad.

Veía cómo acusaban, mentían y se valían de los recursos más bajos para poder destruir mi inocencia.

Unos fiscales que actuaban como los peores delincuentes legitimados en un cargo, utilizando un código a su gusto y antojo a vista y paciencia de tres jueces. He visto y he sido testigo, sobre todo víctima muda por una supuesta reserva por precautelar la dignidad y honor de un menor. Pero que hay de mi dignidad, de mi honor y de mis derechos siendo juzgado y sentenciado en cuatro paredes y con puros verdugos que más que un juicio parecía un circo romano dónde echaban cristianos a los leones.

Cuando el día de ayer 17 de septiembre de 2018 a primeras horas de la mañana pude ver en los medios de comunicación donde se comprobaba lo que se estaba protegiendo era el peor crimen que se estaba cometiendo sentenciar a un inocente.

A través de esta carta como único medio que tengo para gritar y denunciar mi indignación contra todo el sistema judicial encabezados por el autor intelectual de este horrendo crimen que se dio a la luz en este audio el fiscal General, Ramiro Guerrero y sus autores materiales Susana Boyán Tellez y Edwin Blanco Soria.

Denuncio el manoseo y la profunda náusea a todo sistema judicial, en especial a todos los jueces que intervinieron en mi juicio en la etapa preparatoria y posteriormente en el juicio oral, Petrona Pacajes, Roberto Mérito y Gladiadores Guerrero jueces como coautores.

Y si alguien debería estar preso son estas personas como coautores, ellos sí son un peligro para la sociedad, veo la sentencia en mis manos, que más que una sentencia condenatoria de libertad es una sentencia de muerte en vida.

Escucho las declaraciones de esta juez. No puedo contener las lágrimas, la rabia e impotencia de cómo destruyeron mi futuro, mis anhelos y mis sueños. Confinado entre cuatro muros gritado mi inocencia y pidiendo justicia que no pudieron darme los supuestos representantes de la ley.

Acudo, exhorto y pido ayuda a las instituciones y ciudadanos de a pie que defienden los derechos humanos, a todos los que acuden a todas las instancias fiscales y judiciales buscando el valor y la justicia.

Tengo ira de ver que este tipo de defensores de la justicia y la verdad son capaces de destruir vidas familias enteras y tener el cinismo de presentarse a cargos públicos que como en la época de la inquisición torturan dando toques eléctricos a testigos queriendo sacarles confesiones distorsionando la verdad y extorsionando a otros para que les den dinero. Esos audios revelan toda la verdad, perdón, parte de la verdad de lo que pasó en ese supuesto juicio donde me sentenciaron, donde hubieron amenazas y lágrimas de las testigos por la presión de la Fiscalía a vista y paciencia del Tribunal.

Con estos señores nuestra justicia está herida de muerte y salvarla es tarea y misión de todos.

Agradezco a Dios y a la persona que sacó a la luz pública este horrendo crimen que se estaba cometiendo, que el señor lo bendiga a usted y a toda su familia, Dios salve a Bolivia de estos delincuentes con corbata encarados en su cargo.

Atte.

                                                                        JHIERY FERNÁNDEZ SUMI

                                                                     \"Un inocente que clama justicia\"

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    Jhiery Fernández,Caso Alexander