Sánchez de Lozada (izq.) y Sánchez Berzaín, en el juicio de 2018.
La Paz, 3 de agosto (ANF – Brújula Digital).- Una corte de apelaciones de EEUU anuló el fallo que absolvió en 2018 al expresidente Gonzalo "Goni" Sánchez de Lozada y al exministro de Defensa, Carlos Sánchez Berzaín por las muertes ocurridas en octubre de 2003 y devolvió el caso a la corte de inicio para que se realice un nuevo juicio.
La Corte de Apelaciones del Undécimo Circuito de Estados Unidos, con base en Atlanta, Georgia, anuló este lunes el fallo del tribunal de primera instancia que había sido dictado en Miami, informó mediante un comunicado el programa de derechos humanos de la Universidad de Harvard, que apoyo el proceso contra las dos exautoridades.
En noviembre de 2019, dos de los afectados, cuya hija murió por efecto de los disparos de soldados en la masacre, viajaron a Miami para apelar al fallo. Hoy, el Tribunal de Apelaciones anuló el fallo original y devolvió el caso a la Corte de Distrito, con base en Miami.
El Tribunal de Apelaciones sostuvo en su fallo de este lunes que los demandantes tienen derecho a un nuevo juicio porque la corte original había abusado de sus atribuciones al admitir pruebas que eran favorables a los acusados.
En abril de 2018, después de un juicio de un mes de duración que incluyó seis días de deliberaciones, un jurado encontró a Sánchez de Lozada y Sánchez Berzaín responsables de las muertes de 58 personas durante las protestas de 2003. Se los acusó mediante la Ley de Protección a las Víctimas de Tortura (TVPA) y otorgó a los demandantes 10 millones de dólares en daños y perjuicios.
Sin embargo, en una decisión inusual, un mes más tarde el juez anuló el veredicto del jurado y dictó su propio fallo, declarando a los acusados inocentes, recordó el documento de la Universidad de Harvard. El juicio marcó la primera vez en la historia de Estados Unidos que un exjefe de Estado se sentó ante sus acusadores en un juicio de derechos humanos.
El tribunal de apelación sostuvo que los demandantes proporcionaron pruebas suficientes de que “los soldados hicieron deliberadamente disparos mortales con la conciencia mesurada de que herirían mortalmente a los civiles que no representaban ningún riesgo de peligro”.
El tribunal de apelación anuló el fallo del tribunal inferior y devolvió el caso al tribunal de distrito para: i) decidir si el veredicto del jurado debe restablecerse, o ii) celebrar un nuevo juicio por la muerte de los manifestantes en 2003.
En septiembre y octubre de 2003 se produjeron fuertes movilizaciones que exigían la renuncia de Sánchez de Lozada. Los militares actuaron y mataron decenas de manifestantes.
Después de los hechos de represión, Sánchez de Lozada y Sánchez Berzaín huyeron a Estados Unidos, donde han vivido desde entonces.
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