La Paz, 21 de enero (ANF).- La activista de derechos humanos e integrante del Observatorio para la Exigibilidad de los derechos de la Mujeres, Griselda Sillerico, saludó la declaratoria del 2022 como "Año de la revolución cultural para la despatriarcalización por una vida libre de violencia contra las mujeres", sin embargo, puso en evidencia que así como ésta muchas otras medidas, al igual que las leyes nacionales, que solo quedan en el papel, mientras el asesinato de mujeres por centenas continúa en el país.
Sillerico recordó que hasta la segunda semana de enero ya se cometieron tres feminicidios y un infanticidio, sin que por la gravedad de estos hechos sangrientos el Gobierno haya realizado alguna acción inmediata, lo que demuestra que "la violencia contra las mujeres no es prioridad para el Gobierno".
"Puede haber instancias, pero es enunciativo, es declarativo, por ejemplo estamos esperando como observatorio y como sociedad civil la modificación a la Ley 348, el Gobierno dijo que había 1.000 propuestas para modificar esa ley, pero hoy no sabemos nada, entonces yo creo que está bien que haya declaraciones de año, pero de qué sirve", apuntó.
La activista indicó que mucho se habla de los avances a nivel normativo en el país, en comparación con países de Latinoamérica, sobre el derecho a las mujeres, pero "no se aborda la causa estructural de la violencia, que son las relaciones de poder".
"Hay una estructura patriarcal y el tema es cómo incidimos en eso, entonces como Observatorio para la Exigibilidad vamos haciendo el seguimiento de los casos en contacto con las familias y la verdad es que no ha cambiado la peregrinación de las familias para que se haga justicia: ahí está muy claro el tema de la impunidad de los casos", refirió.
El Gobierno de Evo Morales promulgó en 2013 la Ley 348 para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia y desde 2015 con su puesta en vigencia la cantidad de feminicidios se registran a razón de 100 al año.
En la gestión 2021 Bolivia cerró el año con 108 asesinato de mujeres a manos de sus parejas o exparejas sin que las autoridades de Gobierno hayan incidido en prevenir al menos uno de ellos.
Por el contrario, pese a que la ley otorga medidas de protección a las víctimas de violencia, el Estado es incapaz de hacerlas cumplir.
"La ley 348 es clara, ante un feminicidio se aplica la sentencia de 30 años, pero no saben lo que la familia tiene que peregrinar y es muy duro, yo he estado en audiencias, por ejemplo en el caso Pilco que ha sido muy emblemático, pero no solo son las cifras, si no lo que deja el impacto del feminicidio", refirió Sillerico.
Señaló que la carrera de Trabajo Social de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) realizó una investigación sobre el impacto del feminicidio en los hijos e hijas, sobre cuántos huérfanos y huérfanas deja.
Sillerico recordó que el artículo 242 en la Constitución Política del Estado al referirse al control social es muy clara al señalar que le toca a la sociedad civil y a las organizaciones de mujeres hacer cumplir la nueva Declaración del Gobierno, y en este aspecto dijo que es muy importante la participación de las mujeres de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
"Aquí siempre decimos que Bolivia tiene la mayor cantidad de mujeres en su parlamento, está bien, pero aquí se necesita una agenda de género, es una problemática que también tiene que ver con la estructura y con las brechas de género que tenemos en el país", señaló.
Citó que la brecha de género persiste de forma muy clara en la sociedad boliviana y que esto se aprecia en quiénes son los gobernadores de los nueve departamentos: todos hombres y ninguna mujer.
"Ahí radican las estructuras institucionales patriarcales y de hecho en las familias", apuntó.
Insistió en que la problematica de la violencia hacia la mujer en el país "debería convertirse en prioridad nacional, que convoque a las instancias nacionales, a las gobernaciones, al ámbito municipal" para buscar una solución y parar la violencia y las muertes.
"No para la violencia y el feminicidio y es cada vez más cruel, habría que revisar cada caso, porque son cifras que duelen mucho porque se llevan vidas de mujeres", lamentó la activista.
/ANF/
