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La Paz, 20 de diciembre (ANF).- Según el ranking elaborado por la organización World Justice Project (WJP), Bolivia es uno de los países con la peor justicia del mundo. Tal situación no es ajena para el actual ministro de Justicia, Héctor Arce, quien dijo desconocer dicha clasificación, pero que el gobierno es consciente de la realidad de la justicia en el país, mientras que para la oposición no hay indicios de que las cosas vayan a cambiar en el futuro.
“No conozco ese informe, sin embargo somos conscientes del estado en que se encuentra nuestra justicia”, manifestó la autoridad gubernamental en conferencia de prensa.
Según el ranking de WJP, publicada anualmente y realizada en base a 1.000 entrevistas a docentes de derecho y abogados en las tres ciudades más importantes de cada país, Bolivia ocupa el puesto 104 de los 113 países que figuran en la clasificación. En cuanto a la zona latinoamericana y el Caribe, el país es penúltimo y solo es superada por Venezuela que se ubica en el último lugar.
Para Arce, el Estado boliviano encara un proceso de cambio y para ello se retiró el 10% de los jueces y magistrados que contaban con procesos. Sin embargo, lamentó que el Consejo de la Magistratura no haya acompañado esta labor.
“Estamos trabajando en un cambio total de los códigos de nuestro país (…) Hay muchas iniciativas que se han tomado. Se está trabajando en muchas esferas en proyectos de modernización, de cambio de modelo de gestión y de incorporación de tecnologías en la administración de justicia”, agregó.
Asimismo, dijo que en todo este trabajo también está involucrada la población que a partir de su voto elegirá el próximo 3 de diciembre a las próximas autoridades judiciales.
“Estas elecciones judiciales, que ha defendido el pueblo en la Cumbre de Justicia de julio del año pasado, son una oportunidad invaluable para que la gente con su voto califique y evalúe a los próximos administradores de justicia”, indicó.
La actual justicia fue gestada por el MAS
Para la diputada de UD, Lourdes Millares, la justicia de la actualidad es resultado de las injerencias cometidas por el Movimiento al Socialismo, y que por ello puede ser considerada como “podrida”.
“Esta justicia que está podrida se ha gestado dentro del Movimiento al Socialismo y los actuales magistrados fueron elegidos por ellos (…) los seleccionaron, los apoyaron y promovieron en la pasada votación donde la mayoría del pueblo boliviano votó nulo o negativo”, indicó.
Según la legisladora opositora, las próximas elecciones judiciales serán más de lo mismo porque lo único que cambiaría serían los nombres y no así la actitud de los operadores de la justicia.
“Vamos a constatar una vez más que la justicia no está al servicio del boliviano, sino al servicio del poder político, al servicio del MAS que administra justicia en función a sus intereses”, finalizó.
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