La Paz, 14 de febrero (ANF).- Los opositores creen que el Gobierno perdió al ser sede del 171 periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), porque los políticos y las plataformas ciudadanas lograron denunciar las vulneraciones a los derechos humanos y a la voluntad del 21F en Bolivia.
El expresidente Jorge Quiroga cree que al Gobierno no le funcionó intentar posicionar a Bolivia como el país de las maravillas, porque varias organizaciones y personas individuales presentaron sus denuncias de vulneración a sus derechos.
“No se de quien fue la idea de traer la CIDH acá (a Bolivia), les deben estar sacando la cabeza, porque la CIDH ha podido escuchar que hay un tema pendiente. Quien tuvo la brillante idea de traer a la CIDH que le ajusten las cuentas en el MAS”, sostuvo Quiroga.
La diputada Demócrata, Rose Marie Sandoval, acotó que para las plataformas ciudadanas y organizaciones políticas fue una “maravilla” que la CIDH sesione en Bolivia, porque lograron posicionar “totalmente el rechazo a la repostulación” de Evo Morales y Álvaro García Linera.
“Para las plataformas y para reivindicar el 21F y hacer sentir que la democracia se va y se vulneran los derechos ha sido una maravilla, porque todos han llegado de una u otra manera para denunciar al Estado”, afirmó la legisladora.
Considera que para el Gobierno fue una “pésima estrategia”, por dos razones, una de ellas vinculada al desgaste gubernamental y otra, porque en la región hay un momento político complejo por la situación de Venezuela.
Sin embargo, por lo menos la sociedad civil ha logrado que “La acción de incidencia política haya sido efectiva”, señaló.
Otra es la mirada del gobernante MAS, el diputado Lino Cárdenas dijo que el organismo internacional ha podido observar que “Bolivia es uno de los países más democráticos del mundo, donde la libertad de expresión está plenamente garantizada”.
Aunque su colega Wilson Santamaría cree que el Gobierno al ser financiador de la sede del 171 periodo de sesiones, “ha tomado los recaudos para atacar sistemáticamente a la oposición, disminuir el trabajo de los líderes de opinión, activistas, defensores de derechos humanos, para vender una figura ante el continente y el mundo que vivimos una democracia plena”.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos durante toda la semana ha realizado audiencias públicas para recibir a una serie de peticionarios de los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA).
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