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Nacional Política

Opositores enfrentan décadas de crisis, sin partidos estructurados y desgastados por discurso anti-MAS

ESPECIAL. Desde la crisis de 2003 los partidos o agrupaciones políticas de oposición no han logrado reestructurarse, en tanto que el Movimiento al Socialismo se ha mantenido en el tiempo con victorias electorales.
9 de Junio, 2021
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Foto: Archivo/Internet.
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Por David Pizarro

La Paz, 9 de junio (ANF). – Los opositores en el país enfrentan casi dos décadas de crisis política, sin partidos estructurados, divididos, sin un proyecto político claro y desgastados por un discurso anti-MAS, entre tanto, el partido oficialista que gobierna desde el 2006 tiene claros signos de agotamiento por pedidos de renovación y muestra señales de autoritarismo, según analistas y políticos.

“Un solo partido gobernando genera una situación de abuso de poder, corrupción porque no hay un contrapeso”, observó el analista, Paul Antonio Coca. Manifestó que esa situación se da en un lado de la vereda, pero en el otro extremo se encuentran los partidos políticos tradicionales que desde que ingresó el MAS a la arena política no pueden recuperarse a pesar de que hubo otras elecciones nacionales.

“Son partidos absolutamente caudillistas (…) muestran mezquindad en todo sentido, son partidarios que dicen unidad sí, pero conmigo a la cabeza”, subrayó. En criterio del analista político, Franklin Pareja, básicamente no existe un sistema de partidos políticos en el país y por lo tanto no se puede hablar de una crisis de partidos, para él existe un espacio de poder concentrado en un solo partido (MAS) lo cual no es saludable para la democracia.

“No existe un equilibrio de poder en el país en términos políticos y prácticamente se vive una especie de régimen hegemónico en alguna medida, entendiendo la hegemonía con la coincidencia de un proyecto político, con el pensamiento y sentimiento popular”, apuntó.

El presidente nacional del MAS y expresidente de Bolivia, Evo Morales, declaró a la ANF que el MAS-IPSP no es un partido, sino un instrumento político y un movimiento político “que garantiza la liberación de los pueblos”. Estructura que le ha permitido mantenerse en el tiempo con una base política y social todavía erguida.

El MAS gobierna Bolivia desde el 2006, después de la crisis política-social producto del destino de los hidrocarburos que derivó en la renuncia del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada y una profunda crisis de los partidos políticos. Desde entonces hubo elecciones generales el 2009, 2014, 2019 (anulada) y el 2020.

En 2005 pugnaron por la silla presidencial cinco principales agrupaciones políticas: MAS, Poder Democrático Social (Podemos), Unidad Nacional (UN), Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) y Nueva Fuerza Republicana (NFR).

El 2009 participaron: MAS, UN, Plan Progreso para Bolivia-Convergencia Nacional (PPB-CN), Alianza Social (AS), Movimiento de Unidad Social Patriótica (MUSPA), GENTE, Pueblos por la Libertad y Soberanía (PULSO) y Bolivia Social Demócrata (BSD).

En 2014 continuó en carrera electoral el MAS y mantuvo la mayoría en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP). Ese año tuvo como contrincantes electorales a UN, Unidad Demócrata (UD), Partido Demócrata Cristiano (PDC), Movimiento Sin Miedo (MSM) y Partido Verde de Bolivia (PVB).

Entre el 2005 y 2014, las alianzas políticas desaparecieron después de haber ganado una bancada opositora para un periodo legislativo, es el caso de Podemos, PPB-CN, UD. Solo se formaron para efectos de participar en los comicios, tras llegar a la ALP no lograron mantenerse cohesionados, ni unidos.

Otros partidos como NFR, MIP, MSM, Alianza Social, MUSPA, GENTE, PULSO, BSD y PVB perdieron su sigla al no llegar al porcentaje para salvarse, es decir, desaparecieron. UN, MNR, PDC obtuvieron bancadas minoritarias e incipientes. Las elecciones del 2019 se anularon ante denuncias de un presunto fraude electoral.

En las generales del 2020 participaron ocho organizaciones políticas: ADN, Comunidad Ciudadana (CC), Creemos, Frente para la Victoria, Juntos, Libertad y Democracia (Libre 21), Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol) y el MAS. 

La Alianza Comunidad Ciudadana (CC) con Carlos Mesa volvió a postular tras las fallidas elecciones de 2019, apareció Creemos con Luis Fernando Camacho. Samuel Doria Medina, líder de UN, se presentó como candidato a vicepresidente con Jeanine Áñez en la Alianza Juntos, aunque faltando poco tiempo para el día de votación declinaron su candidatura.

Para Morales, los partidos de “la derecha” estuvieron en crisis permanente, y en el pasado, bajo la “democracia pactada” obtuvieron un apoyo electoral solo del 20% y 30%, cuando el MAS obtuvo el 2005 un apoyo de más del 55%, lo que le permitió mantener su hegemonía durante 14 años; aunque en las últimas elecciones perdió los dos tercios en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP). 

Piensa que las agrupaciones políticas opositoras son “tajos de los partidos neoliberales”. “¿UN de dónde viene?, del MIR. (…) el MIR no nace como un movimiento político electoralista, sino como un partido político de guerrilleros para combatir la dictadura de Hugo Banzer Suárez; el dictador Banzer, en el camino se electoralizó; respetamos su derecho, pero empezó a gobernar con Banzer y ahí el MIR se dividió en tres partidos”, declaró Morales.

De acuerdo al exparlamentario y exalcalde de La Paz y líder del desaparecido Movimiento Sin Miedo (MSM), Juan Del Granado, el país probablemente vive una crisis de representatividad política creciente en ambas veredas. Por un lado, el MAS no muestra renovación ni una nueva propuesta política y a eso le acompaña el caudillismo representado por Morales que tarde o temprano representará en una crisis partidaria.

Por el otro lado, está la vereda de la oposición que no se tradujo en una alternativa política a pesar que tuvo una oportunidad el 2020. “Por tanto es difícil hablar de crisis (de partidos políticos) en este momento porque no se han constituido como tales, pero sí se puede hablar de estas ausencias enormes”, sostuvo.  

Jaime Navarro: “No hay cómo negar, yo creo que vivimos una segunda crisis”

El secretario ejecutivo de UN, Jaime Navarro, afirmó que no hay cómo negar que los partidos políticos viven una segunda crisis en democracia. Dijo que la primera fue el 2003 que se llevó a los partidos tradicionales como el MNR, ADN, MIR y UCS. “Hicimos crisis y la crisis se mide a partir de hechos reales, de hechos verificados como es el resultado que observamos en la elección general del 2020, en la subnacional del 2021”, sostuvo.

Aseveró que cuando uno no reconoce sus errores no puede reencaminar su andar y el camino debe ser la refundación, pero con valores éticos, democráticos y políticos. Afirmó que los líderes que vienen de las organizaciones políticas tienen el desafío de reinventarse, porque en la actualidad la gente piensa que los partidos políticos “son lo peor que existen”, están manchados de corrupción y hacen lo contrario a lo que ofrecen.

Samuel Doria Medina, líder de UN, aseveró en una entrevista escrita que obtuvieron en las subnacionales del 2021 una participación relativamente exitosa. “Impulsamos y formamos parte de varias alianzas locales contra el MAS, nos dio un respiro y perspectivas para el futuro”, expresó.

No obstante la presencia de Unidad Nacional es prácticamente nula en los espacios de representación política formal, por ejemplo, en la Asamblea Legislativa no tienen participación, tampoco en las gobernaciones estratégicas ni en los gobiernos municipales del eje central. 

Respecto a que sí en UN existe una tendencia de renovación, Doria Medina señaló que su partido está en un proceso de autocrítica y reorganización que culminará en un congreso. "Estamos renovando nuestras dirigencias y también nuestras estrategias políticas para adecuarlas a las circunstancias, manteniendo invariables nuestros principios ideológicos social-democráticos y de centro", afirmó.

Acotó que en el periodo 2019-2020 se trató de conducir a una reconciliación, pero no tuvieron éxito y como resultado se arrastra un “crisis general de la oposición”.

Pedraza: “De 100 asambleístas de CC, solo dos tienen experiencia en el ejercicio de la legislatura”

El dirigente nacional de Comunidad Ciudadana (CC), Gustavo Pedraza, informó que la fuerza política liderada por el expresidente Carlos Mesa tiene representación nacional y eso es un capital político indiscutible, esto a diferencia de la Alianza Creemos que tendría una presencia más regional. Ambas agrupaciones políticas tienen bancadas opositoras al MAS en la ALP.

Sin embargo, Pedraza señaló que, de los 100 asambleístas nacionales, entre titulares y suplentes, solamente dos tienen experiencia en la legislatura, pero eso no es un impedimento para que fiscalicen al Gobierno y propongan políticas en el campo de la justicia, salud, de administración de tierras y otros.

“Estamos ante un conglomerado de ciudadanos y ciudadanas que es la primera vez que cumplen una función política y estamos recién a seis meses prácticamente de haber asumido como organización y a través de ello la responsabilidad de la Asamblea Legislativa”, expresó.

Añadió que CC es un proyecto que recién cumplirá tres años de vida y está camino a fortalecerse para que de aquí a un tiempo se constituya en una organización política.

Su representación más visible está en la Asamblea Legislativa Plurinacional, sin embargo, en el resto de los gobiernos subnacionales es muy escasa, por lo tanto, su incidencia territorial también es incipiente.

 

Gente cansada del anti-MAS y no hay renovación

Según el análisis Coca y Pareja, la renovación en los partidos políticos tradiciones no significa poner nuevos candidatos, sino se trata de instaurar una estructura partidaria con una visión de país de aquí a 20 años, lo cual no se observó en las últimas elecciones nacionales y subnacionales.

“Ya es cansancio para la gente el discurso anti-evista o anti-masista; o sea, ese ha sido la apuesta de los rivales del MAS el 2005, 2009, 2014, 2019 y el 2020, el mero discurso anti-MAS. Obviamente uno no puede pretender ganar criticando y obviamente, no menos importante es que las alianzas coyunturales son realizadas al calor del momento, no se realiza por otro criterio que no sea el anti-masismo”, explicó Coca.

Navarro (UN) afirmó que a falta de partidos políticos surgieron siglas políticas que se tradujeron en el surgimiento de líderes regionales como Eva Copa, Luis Fernando Camacho y el regreso de algunos políticos como Manfred Reyes Villa. “La gente le quita esa confianza a la organización política y le da su confianza a la sigla que no simboliza una organización política”, subrayó.

En criterio Del Granado, si bien surgieron nuevos liderazgos regionales, tardarán un poco hasta constituirse en una propuesta integral, ya que en los primeros años estarán ocupados en hacer gestión y mucho más con la pandemia del coronavirus (Covid-19).

El analista político Franz Flores llama a este fenómeno de surgimiento de líderes locales, como la "personalización de la política", explica que no son líderes que responden a estructuras políticas, sino que su valía está en la persona. Por ejemplo, dijo, en el caso de Iván Arias, la gente vota por la persona no por la organización política; lo mismo en el caso de Eva Copa, votaron por su liderazgo y no por Jallalla.

Asimismo, los dos analistas coincidieron que, si bien hay ausencia de partidos políticos, también es malo para la democracia que un solo partido gobierno por varios años el país porque no existe equilibrio de poder. Pero, Morales (MAS) consideró que no se trata de que sea saludable o no esa situación, sino que si un partido político puede ofrecer un programa y un proyecto puede seguir gobernando por varios años.

“Yo sólo quiero decir que tiene que haber una renovación de ideas, estoy pensando seriamente, –te anticipo–, en la segunda revolución democrática cultural, significa nuevo programa porque la primera revolución, en lo económico, fue la nacionalización (…), misión cumplida”, expresó.

Por último, Navarro manifestó que Morales “es un líder agotado” por todo lo malo que hizo durante su gobierno. En otro escenario, Del Granado aseguró que en la medida que Mesa no encabece la construcción de una nueva organización política, seguirá siendo una personalidad importante, “pero de ahí a tener un liderazgo, a tener una perspectiva, todavía dista mucho por esta ausencia”.

La ANF intentó conversar con líderes políticos de Demócratas, pero no tuvo éxito; también intentó conversar con otros líderes de Soberanía y Libertad (Sol.bo) y no recibió respuesta.

///DPC/NVG/

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