La Paz, 22 de marzo (ANF).- Jorge Richter el ahora vocero presidencial en su condición de analista en noviembre de 2019 afirmó que la designación de Jeanine Áñez como presidenta de Bolivia fue “legal”, basada en los principios de la sucesión constitucional y la continuidad, porque el Estado no podía paralizar sus funciones.
“Desde el ámbito de la norma, si ha sido legal su designación (de Jeanine Áñez), está basada en el principio de la sucesión constitucional y el principio de continuidad donde los actos del Ejecutivo no pueden tener pausas y el Estado tiene que seguir funcionando”, señaló en una entrevista en la red Bolivisión, después que Áñez asumió la presidencia del Estado, en medio de una profunda crisis política, en noviembre de 2019.
Richter en ese tiempo no se refirió a un “golpe de Estado”, sino a reflejar que había dos lecturas en esa coyuntura, entre la visión del Movimiento al Socialismo al que el secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, le “endosó” un “golpe de estado por intentar robarse una elección". “Va a tener que caminar con este estigma”, dijo en relación al MAS.
En esa entrevista explicó que por el lado del Movimiento al Socialismo (MAS), esta organización había buscado etiquetar a la nueva presidenta como “autoproclamada” y a ese nuevo proceso carente de legitimidad, por las observaciones que había a la forma en la que había sido designada en el parlamento.
En el análisis, Richter tampoco se refiere a una situación de “golpe de Estado”, sino que será una “batalla” en el ámbito nacional e internacional, que giraría en torno a la “presidenta autoproclamada”, es decir, que no fue adecuadamente nombrada; mientras que en el plano internacional el debate sería si “hubo un golpe de Estado o una conmoción social con“sucesión constitucional”, detalló.
Sin embargo, ahora, su posición ha dado un giro en su condición de vocero presidencial del gobierno de Luis Arce del MAS, sostiene que hubo un “golpe de Estado” y que el orden constitucional había sido subvertido.
“Todos ellos encadenados confirman el hecho de que en Bolivia existió una ruptura de esos 37 años que construimos democracia y que significó un quiebre de ese orden democrático, en consecuencia, golpe de Estado”, dijo recientemente en el programa Encontrados en radio Fides.
Además, Richter argumentó mucho más en noviembre del 2019, señaló que el Órgano Ejecutivo no podía tener pausa en sus funciones. “El Estado tiene que funcionar por lo menos en la parte administrativa”.
Incluso opinó sobre el gabinete de ministro que conformaría la reciente posesionada presidenta del Estado, Jeanine Áñez. “Tiene una misión, nuevas elecciones y tiene que concertar con el Legislativo; mientras que sobre el MAS dijo que “no tienen el ánimo de concertar”.
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