La Paz, 2 septiembre (ANF).- En medio de un contexto crítico por el modelo extractivista que lleva adelante el Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), el presidente Evo Morales, durante sus actividades deportivas en ocasión del Día del Peatón, llamó al pueblo boliviano a ser honestos con la Madre Tierra.
“Le pediría a todo el pueblo boliviano de manera sana, honesta, responsable con los derechos de la Madre Tierra, por tanto con la vida, participar de este día” expresó el primer mandatario luego de trotar junto a su hija Evaliz y su cuerpo de seguridad desde la residencia presidencial de la zona de San Jorge hasta la plaza Murillo.
Sin embargo la realidad del país muestra la profundización de la política extractivista que abrió las Áreas Protegidas a las actividades petroleras y mineras, posibilitó un marco normativo muy ventajoso para las cooperativas mineras que se proliferaron junto a la explotación ilegal del oro a cielo abierto y hasta en ríos de la Amazonía, con escaso o nulo control medioambiental.
También se puso en los últimos años en subasta más de 100 áreas para la exploración y explotación de hidrocarburos, sin considerar que varias de ellas se sobreponen en territorios indígenas, Tierras Comunitarias de Origen, Parques Nacionales y reservas naturales.
Eduardo Gudynas, uno de los más importantes exponentes de la teoría e investigación del extractivismo, advirtió durante su visita a Bolivia el mes pasado que la minería del oro en Bolivia avanza como “lepra”, corroe al sistema político y genera destrucción ambiental. Además, sostiene redes de tráficos de niñas y adolescentes y usa bandas criminales.
Por otro lado, también se ha ingresado a áreas protegidas del país para la exploración y explotación de hidrocarburos, lo que ha provocado conflictos con distintos pueblos indígenas que se han visto invadidos.
El Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza fue impedido de ingresar al Polígono 7 durante su visita al Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) luego que recibiera una invitación de parte de las comunidades indígenas que denunciaron el atropello de sus derechos, así como la violación de su territorio por parte de grupos afines al Gobierno como son los cocaleros y colonos.
Esta instancia internacional evidenció la presión que sufren los indígenas de esta región en su propio territorio por parte de colonos y cocaleros que se apostaron en esta región.
Los indígenas del TIPNIS también denunciaron el avance sin su consentimiento de la carretera por el corazón de su territorio con el propósito de unir Villa Tunari con San Ignacio de Moxos.
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