La Paz, 14 de marzo (ANF).- El gobierno de la República de Ecuador resolvió iniciar los procedimientos para denunciar el Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), por tanto, suspender su aplicación para ese país y en consecuencia dejar de participar de las actividades del organismo.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, José Valencia, ha dirigido una carta a su par de Bolivia, Diego Pary que ejerce la Presidencia Pro Tempore de Unasur, para expresar su preocupación por el “persistente escenario crítico” del organismo, toda vez que la mitad de los Estados miembros dejaron de participar de sus actividades.
A partir de un análisis, el Gobierno ecuatoriano ha concluido que “no existen las condiciones para que un desenlace positivo ocurra en un futuro previsible”, por lo que en estas condiciones la organización no podrá cumplir con el alto propósito de trabajar por la integración sudamericana.
“Tomando en cuenta lo referido, debo anunciar a Su Excelencia que el Gobierno de la República de Ecuador ha decidido suspender, a partir de esta fecha, la aplicación para el Ecuador del Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas, celebrado en Brasilia, el 23 de mayo de 2008, dejar por tanto de participar en todas las actividades y compromisos de la Unasur, e iniciar los procedimientos internos para la denuncia del Tratado”, dice la misiva.
La autoridad dijo que su Gobierno aprecia la convocatoria de la Presidencia Pro Tempore para la reunión de consultas de cancilleres que debía realizarse en la ciudad de Santa Cruz este 14 de marzo, sin embargo, considerando que más de la mitad de países no participarán de la cita, creen que el encuentro no arrojará resultados viables, por tanto se debieran explorar otras alternativas que congreguen a los países miembros, señala la carta.
El Gobierno ecuatoriano hizo conocer su decisión el 11 de marzo, en la misma también hacen conocer las diferentes propuestas que ese país ha planteado para el funcionamiento del organismo que fue creado durante el momento cúspide de los gobiernos denominados “socialismo del siglo XXI”.
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