La Paz, 26 de diciembre (ANF).- El líder de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, identificó tres grandes problemas políticos, sociales y económicos que marcaron este 2017 – golpe a la democracia, corrupción y negación de una crisis económica-, y aseguró que las previsiones para la gestión venidera no son positivas.
“El principal tema negativo del año 2017 tiene que ver con el golpe a la democracia, el momento en que el presidente Evo Morales no quiere reconocer el resultado del 21 de febrero del 2016, eso de buscar otros caminos es muy grave, porque es no reconocer el voto del pueblo”, manifestó el líder opositor.
Además señaló que un segundo problema que marcó esta gestión fue la corrupción y la falta de una autoridad idónea para sancionar dicho delito. “No hay un gobierno que castigue la corrupción. Generalmente se mete presos a choferes, mensajeros, pero los verdaderos responsables están muy bien”, dijo.
El político mencionó como ejemplo el caso del millonario desfalco al Fondo Indígena, “donde la señora (Nemesia) Achacollo (exministra de Desarrollo Rural y Tierras) y todos los miembros del Directorio están en libertad, el único preso es el señor Marco Aramayo (exdirector del Fondo Indígena) que es el que denunció y actualmente tiene 86 juicios”, recordó.
Manifestó que el tercer aspecto negativo del año 2017 es la negativa del Gobierno a que exista una crisis económica, desempleo, empresas cerrando y una serie de afectaciones tras la caída de los precios del gas y del petróleo.
Como previsión Doria Medina manifestó que el 2018 va a ser un año complicado porque la economía no va a mejorar. “El presupuesto que el Gobierno ha presentado al Legislativo es muy parecido al de 2017 y lo que se espera para el próximo año es que no hayan grandes cambios”, aseguró.
Agregó que se mantendrá la baja de los precios del petróleo y del gas, “y no hay incrementos en la producción”.
Respecto a los conflictos sociales reclamó que en casos como el de los médicos, con 34 días de paro nacional indefinido, el Gobierno no tenga la capacidad de negociación y de consensuar con los sectores en conflicto. “En materia social va a ser complejo, ya estamos viendo como muestra el conflicto en salud, el Gobierno es terco, no quiere dialogar, no quiere resolver los problemas”, apuntó.
/MAMP/FC/
