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Nacional Política

Atrás quedaron la economía blindada y la década de bonanza

Bolivia crece menos de lo previsto, sus ingresos han caído, sus exportaciones se han desplomado, el déficit es histórico en los últimos 11 años y la Navidad llega, esta vez, sin doble aguinaldo.
19 de Diciembre, 2016
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Marcha de los obreros en protesta por el cierre de Enatex.  Foto: ANF
Marcha de los obreros en protesta por el cierre de Enatex. Foto: ANF
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Jimena Mercado C.

La Paz, diciembre (ANF).- La economía del país se resintió el 2016 y marcó por segundo año consecutivo cifras que revelan un estancamiento dejando atrás el discurso de la economía blindada y la década de bonaza. Si bien se produjo un crecimiento del 4,7% del Producto Interno Bruto (PIB), uno de los mayores de la región, el porcentaje fue menor a lo proyectado para este año (5%) y, a la par, el país anotó el mayor déficit comercial de los últimos 11 años. Este contexto no permitió el pago del doble aguinaldo como se lo venía haciendo en los últimos tres años.

No obstante la reducción en los ingresos, el Gobierno ha proyectado para 2017 un crecimiento del PIB del 4,3%, el más bajo en la gestión del presidente Evo Morales, pero uno de los más altos del continente debido a la fuerte inyección de inversiones estatales por la vía del endeudamiento.

Pero ese nivel de crecimiento más bajo de lo esperado acabó sepultando al doble aguinaldo que por tres años se canceló como un premio al buen desempeño económico mayor de 4,5%. Aunque fue una medida resistida y cuestionada por sectores empresariales, el segundo aguinaldo equivalió a un incremento en los ingresos de miles de asalariados, beneficio que ahora se ha perdido. 

La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) aseguró que en tres años del pago de este beneficio se erogó más de 1.000 millones de dólares, que bien podrían haberse destinado a la inversión en nuevas tecnologías y a la generación de empleos.

No fue el único golpe para los trabajadores, pues el 2016 se cerró por decreto la textilera estatal Enatex, dejando en la calle a más de 1.000 fabriles. A pesar del conflicto que duró varias semanas, el centro de capacitación tecnológica que ofreció el Gobierno en su lugar, todavía no mostró gestión. 

En un contexto de alta dependencia de la venta del gas y los minerales, el Gobierno alertó que el 2017 se registrará el mayor déficit fiscal de la década, con una tasa del 7,8% del PIB. El ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, atribuyó esta situación a una mayor inversión pública financiada por el ahorro de años anteriores y el financiamiento externo.

Las exportaciones también tuvieron un bajón. Al tercer trimestre del año las exportaciones cayeron en 1.487 millones de dólares, un 22% menos que el total de las ventas al exterior registradas el año pasado y es previsible que por segundo año consecutivo cierre con déficit fiscal; es decir, que las importaciones sean mayores que las exportaciones.

La balanza comercial ya registró un saldo negativo de 2,6% en 2016 después de haber alcanzado en 2014 su mayor pico en las exportaciones. Desde 2003 hasta 2014 la balanza comercial fue favorable. La abrupta caída en 2015 fue en gran parte por la alta dependencia de las exportaciones de un grupo reducido de productos tradicionales y de sus cotizaciones internacionales, según Fundación Milenio.

El 2016 fue un año adverso para los exportadores, que tuvieron que sufrir las consecuencias junto a los transportistas de carga internacional, de los paros de los trabajadores portuarios en Chile, en medio de denuncias que llegaron a ámbitos internacionales por un trato discriminatorio a la carga nacional.

Sólo las agro-exportaciones (soya y derivados) y otras manufacturas que ocupan el tercer lugar en las ventas al exterior han tenido un ligero incremento de 22 millones de dólares más en relación al año pasado. Sin embargo, alertaron pérdidas de aproximadamente 470 millones de dólares como consecuencia de las pérdidas productivas por la sequía, una de las más duras de los últimos 17 años.

Los ingresos por exportación de gas natural tuvieron la mayor caída. Entre enero y septiembre los ingresos por ese concepto fueron en 48% en comparación a las ventas del mismo período en 2015, mientras que los minerales tuvieron una caída de sólo el 2%.

También las reservas internacionales se han reducido al primer semestre del año a 11.609 millones de dólares, 11% menos que en similar período del año pasado. Según el Banco Central de Bolivia la baja se debe a menores precios por el gas exportado.

No obstante, la inflación se ha mantenido a raya con una tasa acumulada de 3,2% en 2016 ligeramente superior al del año pasado que fue de 2,95%.

Pero no todas han sido malas noticias. Las remesas que envían los bolivianos que residen en otros países llegaron hasta septiembre a  886 millones de dólares, es decir 2,5% más que el año pasado y podrían llegar hasta mil millones hasta fines de año.

/JMC/MVV/ 


Guillermo Pou Mont, presidente de la Cámara de Exportadores de Bolivia:

“En 10 años no se han generado condiciones para el desarrollo industrial”

Para la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), el valor de las exportaciones caerá este año en más del 20% en relación al 2015. Sin embargo uno de los aspectos que más preocupa a este sector es la estructura de las exportaciones altamente dependientes a las materias primas, que se mantuvo casi inmóvil en los últimos 10 años.

\"Nos tenemos que preguntar sobre las estructuras de las exportaciones, ¿cambió o no cambió?, no cambió, eso quiere que en estos 10 años hemos sido exitosos en muchas cosas, menos en generar condiciones para un desarrollo industrial, menos en generar condiciones para una actividad productiva con valor agregado, en eso no hemos sido exitosos y eso es lo que está pendiente y lo hemos dicho desde años atrás\", dijo el presidente de la Caneb, Guillermo Pou Mont.

En su criterio, si la estructura de exportaciones no varía el 2017, el país estará condenado a seguir vendiendo en condiciones de desventaja materia prima sin valor agregado a un alto costo de operaciones.

Sin embargo, para el especialista no sólo la baja productividad y la baja tecnologización han hecho del país un proveedor poco competitivo, sino también las fuertes deficiencias burocráticas en la administración pública, como la demora de hasta cinco años para la devolución impositiva a las exportaciones. De hecho, al exportador boliviano le cuesta 32% más que a los vecinos de la región sacar sus productos a Europa, Asia o Estados Unidos. 

“A partir de 2014 que es el máximo pico en el valor de las exportaciones bolivianas que alcanzaron a $us 13.000 millones, vamos a encontrar el 2015 una caída de casi el 28% y este 2016 será otros 20 a 24% (…). Estimamos como mencionamos en diciembre del año pasado que a finales de 2016 vamos a estar cerrando las exportaciones entre 7.000 y 7.500 millones de dólares en valor exportado”, señaló.


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