La Paz, 23 de septiembre de 2022 (ANF).- Luego de su ausencia por compromisos en Estados Unidos, el presidente Luis Arce apareció la pasada noche en Santa Cruz y participó de los actos cívicos por la efeméride cruceña a invitación del alcalde Jhonny Fernández; en su intervención, el jefe de Estado aludió al gobernador Fernando Camacho porque no lo invitó para ser parte de los festejos del departamento.
“Hay algunas personas que se creen dueñas de Santa Cruz, pero el cruceño no tiene dueño ni patrones; y esas personas nos demuestran cada día su gran corazón, su pujanza, sus ganas de seguir creciendo y hacer realidad sus sueños”, sostuvo Arce.
La Gobernación y la Asamblea Legislativa de Santa Cruz decidieron no invitar a ninguna autoridad nacional a los actos oficiales por el aniversario del departamento. Esto cayó mal al oficialismo y en un principio anunciaron que los dos primeros mandatarios no acompañarían a los cruceños este año. El vicepresidente se fue a Europa a cumplir una agenda y su retorno está previsto para el 25 de este mes. El primer mandatario anunció a inicios de semana que se ausentaría del país para participar de la Asamblea General de Naciones Unidas en Estados Unidos.
“Hoy, pequeños grupos vinculados a intereses mezquinos que quieren enfrentarnos, que quieren poner un freno a nuestra reconstrucción económica que con tanto esfuerzo estamos logrando, que quieren aislar a Santa Cruz de Bolivia, pero Santa Cruz es un departamento donde late el corazón de la bolivianidad, un reflejo de nuestra pluralidad y nuestra gran riqueza cultural”, dijo el presidente de Bolivia en medio de aplausos de parte de sus seguidores.
Santa Cruz es un departamento que ha demostrado una fuerte posición política al partido en función de gobierno desde hace muchos años. El último conflicto que enfrenta a las autoridades departamentales con el gobierno central es la realización del Censo para el 2023.
En esa pugna, que fue acompañada con medidas de presión como paros cívicos, el alcalde de Santa Cruz, Johnny Fernández, se inclinó por una alianza con el Gobierno, dejando de lado al gobernador del departamento con sus estrategias de protesta.
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