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Nacional Política

Analistas y medios crean narrativas que "reducen la realidad en favor de élites políticas"

Consideran que hay una instrumentalización y construcción de la información que está muy orientada a deslegitimar o mostrar al otro como, por ejemplo, “el salvaje que bloqueaba y por ende no llegó el oxígeno”.
7 de Septiembre, 2020
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Foto archivo: Opinión
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La Paz, 7 de septiembre (ANF).- A propósito de los conflictos sociales y políticos que se están viviendo en el país desde las elecciones anuladas de octubre de 2019, y en el afán de contribuir al diálogo democrático y constructivo, la Agencia de Noticias Fides (ANF) organizó un conversatorio virtual el pasado 21 de agosto junto a jóvenes de diferentes departamentos del país.
 
Participaron Rodrigo Pacheco, Yara Espinoza, Cristian León y Valeria Canelas, y en el mismo se habló sobre cómo perciben y analizan los actuales conflictos sociales y políticos, además del rol de la ciudadanía frente a las pugnas de poder. 

El conversatorio virtual también abordó los elementos discursivos y la forma en cómo contribuyen a la polarización de la mano de los medios de comunicación y los analistas, situación que solo favorece a las élites políticas y sus intereses.

“Generalmente las demandas de cada uno de los bloques (en disputa) son simplificadas por analistas y medios de comunicación, creando narrativas ideológicas que tienen la función de reducir la realidad para que quepan dentro de los intereses de las élites políticas o de sus posibilidades de capitalizar esas diferencias”, son algunas de las reflexiones del conversatorio.

En algunas noticias, por ejemplo, agregan, se presentaba a bloqueadores como sujetos carentes de cualquier demanda o pensamiento que no se circunscriba al MAS, y en contraparte se mostraba a la Resistencia como un grupo de la ciudadanía que iba a desbloquear. “El simple hecho de contrastar bloqueadores versus la ciudadanía refuerza sentidos comunes y prejuicios raciales y de clase”, se lee en el texto elaborado del encuentro. 

Catalogar identidades sociales es un problema que usualmente se trata de barrer bajo la alfombra con la excusa de que hablar de ello sería funcional al MAS, refieren los participantes. Si bien es cierto que el MAS ha instrumentalizado el tema racial e indígena, “eso no significa que el problema no exista” y que no sean importantes para comprender cómo funciona nuestra sociedad. “Todas esas categorías y etiquetaciones han funcionado siempre para crear fronteras políticas y para designar a las clases subalternas desde los prejuicios, eliminando su heterogeneidad y demandas”, señalan. 

Para un mejor análisis es ilustrativo hacer mención o comprender la composición social, heterogeneidad y diversidad de demandas de cada uno de esos bloques. De esta forma se los puede ir desarticulando y, por ende, ver en qué medida son bloques, o son sólo grupos que confluyen en algo en común. 

Pero, actualmente hay una “incapacidad” de leer cuán heterogéneos son los bloques y para salir del entrampamiento se necesitaría un “proceso de reconciliación” donde haya justicia para la gente que ha sufrido violencia durante estos conflictos. 

“Muchas personas no se han movilizado porque son del MAS sino porque tienen otro tipo de necesidades y el país no ha encontrado los mecanismos que unan a la ciudadanía con la clase política”, señalan. 

Los mecanismos con los que se cuenta para acercarse al poder “siguen siendo los bloqueos y las manifestaciones, incluso durante la pandemia”. Los participantes señalan que hay la impresión de que se necesita cada vez más violencia para que los pedidos de un grupo o sector sean escuchados puesto que “no hay ni hubo capacidad de diálogo”. Es más, agregan, el actual Gobierno que “no cuenta con legitimidad” ha sacado a relucir la violencia como si fuera símbolo de autoridad y con las diferentes acciones -de uno y de otro lado- la violencia se va legitimando. 

En este sentido, “los medios de comunicación juegan un rol importante, especialmente en perpetuar las narrativas de polarización”.
 
“Si bien se debe hacer una diferenciación entre medios televisivos, radiales y de prensa escrita –sabiendo que los primeros tienen predominancia en la llegada a la gente-, muchos medios han sacado noticias amarillistas y carentes de ética que sólo incrementan el miedo y la violencia”, apuntan. 

Consideran que hay una instrumentalización y construcción de la información que está muy orientada a deslegitimar o mostrar al otro como, por ejemplo, “el salvaje que bloqueaba y por ende no llegó el oxígeno”. 

A propósito de este hecho, Bolivia Verifica menciona que la cifra de las 30 personas que murieron por falta de oxígeno es dudosa. Entonces, “hay un intento muy fuerte por construir al otro como ese sujeto que hay que destruir, lo cual va a ser explotado por los siguientes candidatos y las clases políticas más privilegiadas para mantener el poder político”.

Pero, agregan, también es importante cuestionar si la población quiere salir de esa polarización. “Las dicotomías se están tornando cada vez más violentas y parece existir una necesidad de interpelar al otro y acusarlo de ser el asesino, el violento, para autovalidar y legitimar la violencia, pero sin darse cuenta que uno hace lo mismo”.

Señalan que hay una doble moral y en varios niveles; por ejemplo, “aplauden las bromas de Percy (Fernández) pero buscan que feministas alcen la voz con el tema de Evo”. Es decir, la violencia de género y contra los niños y niñas no es tomada de forma crítica ni analizada como un problema estructural, sino los partidos “siguen siendo los primeros en reproducir el machismo y los primeros en consumir prostitución, entonces, ¿realmente a ellos les interesa terminar con estos problemas o sólo los usan con fines políticos?”, es la pregunta que queda flotando.

/ANF/

Puede leer más en el artículo del Boletín NOTAS de ANF que recoge los dialogado en el conversatorio, en una versión digital

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