Analistas: Falta de diferenciación ideológica y tibieza pueden afectar a Mesa en comicios

De la reunión participaron Natalia Peres, politóloga especializada en temas electorales; Jorge Komadina, sociólogo investigador de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) y candidato a segundo Senador por Comunidad Ciudadana en Cochabamba; y, Gonzalo Rojas Ortuste, politólogo y coordinador del Doctorado Multidisciplinario del CIDES de Política, Cultura y Sociedad.

Mientras que sobre Oscar Ortiz, candidato presidencial de Bolivia Dice No y actual senador de Unidad Demócrata, señalan que habría jugado mejor sus cartas cuando captó un nicho de votantes al denominarse como la nueva centro derecha. 

En el caso de Evo Morales, la piedra angular del MAS, agregan que se dice sobre todo que es un hombre carismático, pero el carisma en sí mismo no puede explicar todo su éxito. Una explicación a su hegemonía es que parecería ser la encarnación del proceso de movilización llamado ciclo rebelde, que inició el 2000 y terminó el 2005. Evo Morales es el lugar de enunciación de un discurso populista cuyo énfasis es el antagonismo entre quiénes somos nosotros y quiénes son ellos, refirieron los académicos. 

El MAS –prosiguen- busca en esta elección de octubre del año en curso nuevamente el 51% de los votos y, con ayuda del TSE, volver a tener los dos tercios en la Asamblea. Reconocen que es el único partido que tiene arraigo en las organizaciones sociales, lo cual se refleja en sus listas compuestas por candidatos que provienen de la diversidad de organizaciones, cada uno con su cuota de poder. 

Sin embargo, ese tipo de corporativismo rebaja las cualidades de los ciudadanos que no están insertos en esas corporaciones y no pueden expresarse a través de ese tipo de representación sectorial. 

Los analistas, a partir de estos tres actores y partidos realizaron un análisis del escenario electoral. Un primer punto abordó la cuestión de si estas elecciones serán elecciones críticas o elecciones desviadas. Las elecciones críticas suceden cuando cambian los resultados electorales y las bases de apoyo; las elecciones desviadas son aquellas donde cambian los resultados electorales, mas no las bases de apoyo. El 21F ha sido una elección desviada porque Evo continuó teniendo un caudal electoral. Sin embargo, estas elecciones si podrían llegar a ser elecciones críticas. 

No cabe duda, remarcan, que el MAS perdió apoyo y su voto duro ha disminuido, sin embargo, esto no implica un realineamiento electoral porque la gente que le quitó el apoyo no está yendo necesariamente hacia Mesa, Ortiz, u otro. 

En ese sentido, agregan que en términos de democracia, el 21F fue determinante y algo sin precedente a nivel mundial por la forma en que se incumple el mandato del soberano, como fue también el TIPNIS respecto de la lucha indígena y que representó un parteaguas en el posicionamiento político. 

Consideran que el tema de origen es que debería haber existido una coalición que incluya a los Demócratas y el partido de Carlos Mesa, pero “parecería que han primado intereses personales y caudillistas”, aunque también es importante recalcar que Bolivia tiene una larga tradición multipartidista.

Mesa que parecía encarnar la reivindicación del 21F, tiene ahora una estrategia que busca no incomodar al MAS. Pero de manera general, los partidos no han sido capaces de generar un vínculo afectivo con la gente.

Reconocen que el MÁS es el único partido consolidado y de alcance nacional; mientras que Ortiz con Bolivia Dice No sólo tiene a Santa Cruz como bastión, y seguramente Comunidad Ciudadana no tendrá facilidad en llegar al área rural. Estas serán elecciones con alta volatilidad y queda claro que estamos ante un debilitamiento del partido hegemónico, refieren.

La pregunta es ¿a dónde irán todas estas preferencias en un mediano y largo plazo? Cuando hay altos niveles de volatilidad el vínculo entre el votante y el partido no es sólido. El votante no sabe a quién se va a aferrar. Aparece Comunidad Ciudadana pero la gente se pregunta si existirá aún en las siguientes elecciones y, por tanto, si pueden adscribirse y forjar un vínculo con ese partido. El votante está huérfano. 

Por otra parte, agregan, en este contexto se percibe un alto grado de desintitucionalización, donde cualquiera está vulnerable ante cualquier arbitrariedad, por ejemplo, del ámbito judicial. 

Incluso, la desinstitucionalización es tal que a momentos se le ha escapado al MAS, como el caso de consorcios de jueces, fiscales, que operan por su cuenta y ya no por criterio político como en otras ocasiones. Se da entonces una amenaza y vulnerabilidad para cualquiera, más aún si es opositor. Avizoran que si se consolida este esquema “vamos a vivir una represión más fuerte, ya no solo a los políticos sino a las expresiones de la opinión pública que ha mostrado su diferencia”.