La Paz, 9 de junio (ANF).- Tras cuatro días de proceso, Michel Temer respira. Este viernes el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), el juez Gilmar Mendes, dio el voto que definió la suerte del presidente del Brasil quien, finalmente, no será destituido pese a las pruebas de abuso de poder político y económico que presentaron en su contra y de la expresidenta Dilma Rousseff.
Por cuatro votos contra tres, la comisión de jueces decidió no condenar a la fórmula Rousseff – Temer a la que acusaron de recibir dinero de la corrupción para su campaña electoral de cara a los comicios presidenciales celebrados el 2014.
Pese a que el juez Herman Benjamin indicó que se comprobó los cargos contra los acusados, solo recibió el apoyo de dos magistrados de la comisión. Si bien Temer salió de una situación compleja, aún le resta salir de otro embrollo por el reciente escándalo de sobornos del frigorífico JBS.
El Presidente es investigado en la Procuraduría General de la República (PGR) por intento de obstrucción de la Justicia, corrupción pasiva y asociación ilícita, enfrenta ahora la posibilidad de ser formalmente denunciado en los próximos días, y sería entonces la Cámara de Diputados quien decida si lo aparta o no de su cargo.
Esta jornada, Temer rechazó responder un interrogatorio escrito enviado por la Policía Federal sobre casos de corrupción. Tal acción fue justificada ante el magistrado Luiz Edson Fachin por la defensa legal del primer mandatario brasileño.
“Todas las consideraciones anteriores muestras las razones que llevaron al Sr. Presidente a no responder al cuestionario hecho”, recoge el texto de la defensa, citado por el diario Estado.
/ANF/
