La Paz, 2 de diciembre (ANF).- Honduras decretó el toque de queda y el estado de excepción tras reportarse un saldo de varios muertos y heridos en la protestas postelectorales en Tegucigalpa, promovidas por grupos ciudadanos y simpatizantes de la Alianza de Oposición.
La decisión fue dada a conocer por el secretario del Consejo de
Ministros de Honduras, Ebal Díaz , quien dijo que las medidas de excepción incluyen la suspensión de varias garantías
constitucionales.
El artículo 3 del decreto de toque de queda, establece que "toda persona encontrada fuera del horario de circulación" será detenida y "puesta a la orden de la Fiscalía General de la República cuando corresponda".
En los últimos días las protestas fueron en ascenso en la capital hondureña por un supuesto fraude electoral para prorrogar en el poder a Juan Orlando Hernández.
El Tribunal Supremo Electoral de Honduras (TSE) aún no anunció al ganador de los comicios presidenciales, pero se sabe que los votos están muy parejos. Hernández suma 1.333.264 votos, mientras que Salvador Nasralla de la oposición, tiene 1.286.572 con el 94,31 % de las actas escrutadas.
Al respecto la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús y la Comisión Provincial del Apostolado Social emitió un fuerte comunicado en el que se denuncia la “grave situación en la República de Honduras”.
El comunicado felicita el civismo y la forma pacífica en la que el pueblo hondureño asistió a las urnas y denuncia la “falta de profesionalismo y de ética del Tribunal Supremo Electoral”, al haber retrasado la entrega de resultados.
“Ya no es sólo una sospecha sino una certidumbre, la manipulación burda de esta situación por parte de los magistrados, influenciados por los poderes fácticos y oscuros que desde el Estado y otras instancias intentan irrespetar la voluntad popular manifestada en las urnas. El Tribunal Supremo Electoral va de tumbo en tumbo para esconder una victoria inesperada de la oposición sobre el actual presidente que hizo todo lo que pudo, legal o ilegalmente, para ser reelecto”, lamentaron los jesuitas.
Asimismo denuncian la represión de los órganos del Estado en contra del pueblo hondureño y expresan su solidaridad "con la defensa pacífica de la democracia y de los derechos ciudadanos que el pueblo hondureño está llevando a cabo en todo el territorio nacional. Sin embargo gran parte del pueblo hondureño es reprimido brutalmente por protestar ante un inocultable y descarado fraude electoral”.
El pronunciamiento eclesial sostiene que el fraude estaría consolidado si no fuera porque los hondureños se volcaron a las calles para exigir que se respete la voluntad de la mayoría.
Exige respeto a la decisión popular expresada en las urnas y que se maneje el proceso con transparencia y respeto a la voluntad popular.
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