El ARA San Juan antes de su desaparición. Foto: El País.
La Paz, 17 de noviembre (ANF).- El submarino argentino ARA San Juan, desaparecido hace un año en el Atlántico Sur con 44 tripulantes a bordo, fue hallado este viernes a 600 kilómetros de la costa de Comodoro Rivadavia en la Patagonia argentina, sumergido a una profundidad de 800 metros.
El hallazgo fue realizado por la empresa privada norteamericana Ocean Infinity, que estaba a solo horas de abortar la misión de búsqueda, cuando los sonares detectaron un objeto de 60 metros de largo apoyado sobre el fondo marino, por lo que decidieron realizar un último rastrillaje.
"El #MinisterioDeDefensa y la #ArmadaArgentina informan que en el día de la fecha, habiéndose investigado el punto de interés N°24 informado por Ocean Infinity, mediante la observación realizada con un ROV a 800 mts de profundidad, se ha dado identificación positiva al #AraSanJuan", dice el tuit publicado por la Marina al momento del descubrimiento de la nave.
Las autoridades ya dieron parte a los familiares de los 44 tripulantes quienes fallecieron a bordo, y ahora analizan la posibilidad de rescatar los cuerpos o dejarlos descansar en el fondo del océano.
Rodolfo Ramallo, portavoz de la Armada, expresó a varios medios de comunicación que “ahora se abre un nuevo capítulo (en la historia del submarino) hay que continuar con el análisis y ver realmente lo que pasó. Es necesario tener cautela, por respeto a las familias".
Según las primeras informaciones emitidas por la Armada, el ARA San Juan se encuentra en la llamada zona 1, un lugar en el Atlántico donde hace un año organismos internacionales encargados del control de pruebas militares submarinas no autorizadas detectaron una "falla hidroacúsica", es decir una explosión.
El submarino está apoyado sobre un sector de fuertes corrientes submarinas, conocidas como cañanadones.
Ahora la empresa Ocean Infinity anunció que cobrará 7,5 millones de dólares por el hallazgo, luego de un trabajo que comenzó el 8 de septiembre con 40 tripulantes del buque Seabed Constructor, de bandera noruega que trabajaron durante dos meses a bordo y rastrillaron 7.000 kilómetros cuadrados de lecho marino.
El último contacto de la nave con la base de la Armada Argentina fue el 15 de noviembre de 2017, su capitán había informado entonces que una entrada de agua había producido un cortocircuito en uno de los bancos de baterías, lo que derivó en un principio de incendio. Pero eso fue todo. El submarino se encontraba en buenas condiciones y con rumbo a Mar del Plata, según lo fijado en la hoja de ruta pero luego desapareció sin dejar rastro alguno.
La búsqueda comenzó 48 horas después con la colaboración de 13 países, aunque la mayoría se retiró antes de finalizar el 2017.
Horas después de aquella comunicación, un sistema de alertas de pruebas militares detectó una explosión en el Atlántico Sur y aunque aún se investigan las causas de la tragedia se cree que un segundo incendio fue el desenlace fatal para los tripulantes.
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