La Paz, 11 de septiembre (ANF).- El mundo ya ha superado los 28 millones de contagios y 911 mil decesos por el coronavirus (Covid-19). Mientras los países concentran su atención en los planes de contención de la enfermedad y políticas para enfrentar la crisis social y política, el cambio climático avanza implacable, la temperatura sigue aumentando y el agua y los ecosistemas están cada vez más amenazados.
De acuerdo a un reciente informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU), las concentraciones de gases de efecto invernadero de la atmósfera se encuentran en niveles récord y continúan aumentado, y las emisiones, que se redujeron sutilmente a causa de la pandemia de Covid-19, ya están regresando a los niveles previos a la misma..
“Nuestro mundo sigue desviado muy lejos del rumbo para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius. Si las cosas siguieran como están, subiríamos de 3 a 5 grados por encima del nivel preindustrial”, advirtió el Secretario General de la ONU, António Guterres, durante la presentación del informe.
Es así, que, pese a que la pandemia paralizó gran parte de las actividades económicas, industriales, extractivas y de transporte en la mayoría de los países y que, por algún tiempo, le dio un respiro al medio ambiente, hoy se advierte la continuidad de los daños ambientales y lo lejos que se está de cumplir los objetivos acordados por los Estados.
La investigación científica United in Science (Unidos en la Ciencia), llevada a cabo por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el Programa de la ONU para el Medio Ambiente, el Panel Intergubernamental de Expertos del Cambio Climático, la UNESCO, y otras organizaciones internacionales, afirma que todo apunta a que el quinquenio 2016-2020 será el más caliente de la historia, una tendencia que se mantendrá en los años que vienen.
Guterres reiteró que las medidas de confinamiento a corto plazo por el coronavirus no son un sustituto de la acción climática sostenida. “Las consecuencias de nuestra incapacidad para afrontar la emergencia climática están por todas partes: Olas de calor extremo, incendios, inundaciones y sequías devastadoras. Y estos desafíos solo van a empeorar”, añadió.
Las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono han seguido aumentando hasta alcanzar registros sin precedentes según la Organización Meteorológica Mundial.
Esta instancia informa que la reducción en las emisiones a raíz de la pandemia de Covid-19 de este 2020 tendrá un efecto muy limitado en la tasa de incremento de sus concentraciones atmosféricas, dado que éstas son el resultado de las emisiones actuales y pasadas, y del período de vida sumamente prolongado de ese gas.
“Para estabilizar el cambio climático, las emisiones deben disminuir de forma sostenida hasta lograr que las emisiones netas equivalgan a cero”, aclara el informe.
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