La Paz, 5 de marzo (ANF).- La pandemia afectó y continúa afectando a gran parte de los países en el mundo, pero por la situación y crisis en determinadas áreas el escenario se agrava. América Latina y el Caribe registra un avance acelerado de la pobreza, la desigualdad y el desempleo, convirtiéndose en la más afectada por el Covid-19 en el mundo, de acuerdo al reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Este informe establece que la pobreza en la región alcanzó en 2020 sus niveles más altos en 12 años, afectando al 33.7% de la población, y la causa fundamental es la crisis económica por la pandemia desde la primera ola y que persiste en gran parte de los países que también mantienen medidas de restricción para evitar mayores contagios.
El documento presentado por la Cepal del “Panorama Social de América Latina 2020” da cuenta de una contracción del Producto Interno Bruto regional de 7,7% y del cierre de 2,7 millones de empresas con el consecuente incremento del desempleo, que afecta desproporcionadamente a las mujeres.
Alicia Bárcena, secretaria general de la Cepal, afirmó que "la pandemia ha evidenciado y exacerbado las grandes brechas estructurales de la región y, en la actualidad, se vive un momento de elevada incertidumbre en el que aún no están delineadas ni la forma ni la velocidad de la salida de la crisis”.
La representante de este organismo, manifestó además que medidas de emergencia que tomaron los diferentes gobiernos de la región para encarar la crisis cubrieron a cerca del 50% de la población y costaron unos 86.000 millones de dólares entre marzo y diciembre del año pasado. Sin embargo, “la cifra de latinoamericanos pobres que viven con un ingreso máximo de tres veces la línea de pobreza llegó a 491 millones, es decir, el 80% de la población de la región”.
Al hablar de pobreza y desempleo, uno de los puntos importantes que destaca este estudio es la desprotección de los trabajadores, que se “profundiza según la condición étnico racial, por lo que las grandes brechas se siguen observando en la región”.
Así que también se concluye sobre las inserciones laborales aún precarias de trabajadores indígenas y afrodescendientes, “así como de las mayores barreras que enfrentan en el acceso a la protección social”.
Otro punto que pone en alerta a la región por esta pandemia es la “amenaza” del aumento de las desigualdades socioeconómicas, étnico raciales y de género, que afecta directamente al trabajo doméstico remunerado.
“Esta situación pone de relieve la necesidad de desarrollar áreas de intervención para mejorar la calidad de empleo en el sector del trabajo doméstico remunerado y alcanzar los estándares de trabajo decente”.
“Las mujeres son las más afectadas, su salida del mercado laboral ha sido muy contundente”, sostuvo Bárcena, por ello, el organismo pronostica un retroceso de hasta 10 años en la participación laboral de las mujeres producto de la pandemia.
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