La Paz, 22 de Enero (ANF).- [CRÓNICA DE UNA VIGILIA VECINAL] “¡Cinco, cuatro, tres, dos, uno… ¡Viva Bolivia Libre!” gritaron vecinos de la zona central y norte de La Paz al cumplirse la medianoche y recibir al 22 de enero, Día del Estado Plurinacional; de inmediato lanzaron seis petardos, el cielo se iluminó y el ruido de los cohetes rompió el silencio nocturno del centro de la sede de gobierno. Pasaron unos minutos y una avanzada policial llegó al parque Riosinho a investigar si lo que estaba ocurriendo era el inicio de una movilización masista, pero se encontraron con una inusual vigilia de ciudadanos y jóvenes de la Resistencia paceña que festejaba el alejamiento del poder del expresidente Evo Morales.
“Desde que el dirigente cocalero Andrónico Rodríguez amenazó con agredir de nuevo a la población boliviana y luego el expresidente Morales habló sobre las milicias armadas, toda esta vecindad nos reunimos y reorganizamos para proteger al barrio, nuestras viviendas y familias como ya lo hicimos en octubre y noviembre”, indicó Carlos Vargas, uno de los vecinos.
Juana Aguilar añadió que la unidad vecinal logró que en esas jornadas de lucha ciudadana los vecinos lograran incluso detener a militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) que portaban en sus mochilas granadas de gas y cartuchos de dinamita. “Los ciudadanos los detuvimos y los entregamos a la policía, porque se trataba de preservar nuestra seguridad y era nuestro aporte a la reinstauración de la democracia”, explicó.
De esa forma los vecinos alertados por las amenazas de los dirigentes masistas decidieron ponerse en vigilia como en los días de lucha por la democracia y, armados sólo de termos con café caliente, esperar el 22 de enero para demostrar a quienes intenten movilizarse de forma agresiva, que las “pititas” estaban listas para retomar las calles y defender la democracia y sus hogares.
La anécdota la dieron los uniformados policiales que con semblante preocupado se hicieron presentes en la plaza Riosinho a inquirir a los vecinos qué hacían en el lugar a esa hora. Los ciudadanos empezaron a dar explicaciones sobre que ellos no eran personas peligrosas ni querían alterar el orden público, era nada más un acto cívico, cuyo objetivo central era cantar el himno nacional a la medianoche y entonar la cueca “Viva mi Patria Bolivia”.
Al parecer los petardos lanzados habían sido escuchados y vistos explotar desde el mismo kilómetro cero, es decir, Palacio de Gobierno y el cuartel de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (Utop), que queda en la Plaza Murillo.
“No queremos importunarlos, pero nuestro superior ha escuchado los petardos y nos mandó a ver qué estaba pasando”, explicó el oficial, los ciudadanos se disculparon por haber activado la alarma policial y aseguraron que cumplida la vigilia, se retirarían del lugar. El encuentro terminó invitando a los uniformados café, luego se retiraron tranquilos del lugar y los vecinos se fueron también a descansar una hora después, reiterando que el retorno y vigencia de la democracia siempre estará en manos de los ciudadanos.
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