La Paz, 17 de marzo (ANF). – Un audio filtrado de la reunión de la Federación de Choferes de La Paz revela que los más de 11 millones de bolivianos trasferidos por Vías Bolivia a las cuentas privadas de los dirigentes de los transportistas “no existe”, según asegura el principal ejecutivo de la Federación Departamental de Choferes 1 de Mayo de La Paz, Rubén Sánchez.
“Compañeros ese dinero no existe. El hombre de base piensa que en este momento nos estamos tirando esa plata”, afirma el dirigente, en referencia al manejo de los millones de bolivianos correspondientes a los aportes voluntarios de 20 centavos que hacen los transportistas en el peaje de la Autopista La Paz – El Alto para atención médica.
La polémica surgió luego de que el diputado Wilson Santamaría hizo público el acuerdo y denunció que la recaudación entre 2008 y 2017 alcanza a los 11,9 millones de bolivianos, que fue depositado a cuentas particulares de los dirigentes del sector: Rubén Sánchez, Mario Silva, José Antonio Choque, Ismael Fernández y Fortunato Sirpa.
Audio
En la grabación Sánchez relata que se sorprendió cuando se enteró que la recaudación de los aportes era cerca de 12 millones de bolivianos e incluso dudó que la información fuera real.
“Cuando yo me he enterado de los 12 millones, me he preguntado de dónde miércoles ha salido esa plata o alguien nos está mamando”, se escucha decir al transportista, a tiempo de detallar que tuvo que recolectar información sobre gestiones anteriores para transparentar los manejos económicos de esa institución.
El dirigente agrega que el exejecutivo y actual diputado Franklin Durán dejó un superávit de 65 mil bolivianos, mientras René Vargas “no dejó nada”; y el ejecutivo nacional de los choferes, Ismael Fernández, solo dejo un cheque de 500 mil bolivianos.
Al dirigente Mario Silva se le escucha en el audio lamentarse de que se los acuse sin fundamento y que se los tilde de “choros”, pero asegura que soportan las ofensas por “cuidar” su institución y proteger a su familia. Advierten que son “otros” los dirigentes los responsables de los malos manejos.
“En nuestro hogar estamos mal vistos. Nos callamos por nuestro hijos y esposas, esto es lo que han hecho (ellos), no, nosotros. Hasta hoy, hemos cuidado el tema institucional”, dice.
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