Monseñor Eugenio Scarpellini. Foto: Fides
La Paz, 4 de noviembre (ANF).- Monseñor Eugenio Scarpellini lamentó este lunes las palabras del ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, quien en una entrevista con la agencia rusa Sputnik señaló que Bolivia se convertirá en un gran campo de batalla, en un “Vietnam moderno”, por los conflictos que se viven en el país tras las denuncias de fraude electoral, del que resultó victorioso Evo Morales.
“Son palabras terroristas, lamento estas declaraciones; cuando una autoridad está en un rol de autoridad, su misión, su tarea es gobernar para todo el país y no solo para un grupo, su misión es buscar los caminos de pacificación y encuentro y no de confrontación”, apuntó el religioso en entrevista con Unitel.
Quintana manifestó en entrevista con el medio ruso que Bolivia se convertirá en un “Vietnam moderno” porque “aquí las organizaciones sociales han encontrado un horizonte para reafirmar su autonomía, soberanía, identidad”.
La guerra de Vietnam se libró entre 1955 y 1975 para impedir la reunificación de Vietnam (Norte y Sur) bajo un gobierno comunista. En esta guerra participó Vietnam del Sur con el apoyo de EEUU y otras naciones aliadas contra la guerrilla local de Vietnam del Norte. La guerra culminó con más de cinco millones de muertos y con la derrota de EEUU.
Quintana señaló que en Bolivia hay un proceso de desestabilización con actores nacionales como Carlos Mesa y comités cívicos, a quienes acusó de contratar “drogadictos” y “expresidiarios”. Dijo también que “es un golpe financiado por EEUU”.
“Amenazar es confrontar, amenazar es ahondar más dificultades, las divisiones, las problemáticas y esto es sumamente negativo, personalmente rechazo esto”, remarcó Scarpellini.
Desde el 21 de octubre iniciaron las protestas en el país luego de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) diera como ganador en primera vuelta a Evo Morales. Un día antes, el domingo de elecciones, el conteo rápido proyectaba una segunda vuelta, pero la tendencia cambió de forma “inexplicable”, a decir de la Misión de Observación de la OEA.
Monseñor indicó que la historia de violencia en Bolivia ocurrió cuando de parte de quien podría pacificar el país no se hizo nada, y, por el contrario, “se pusieron firmes, duros, intransigentes, tajantes; entonces la gente ha reaccionado”.
Pidió a las autoridades nacionales reflexionar y cumplir el rol de pacificadores y no gobernar solo para un grupo.
“Veo muchas limitaciones este rol (de pacificadores), esta misión, parece que más están gobernando para una parte del país y no están asumiendo el clamor del pueblo que es todo un país. Invitamos a que asuman esta misión”, remarcó.
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